(1871-1926)
Pertenece a aquella familia, guiada por la sombra de Juan León, el autor de Cumandá y del Himno de la Patria. Familia célebre en los anales de la cultura ecuatoriana que se desenvolvió, haciendo su principal razón de ser, en el culto a la inteligencia en sus formas más variadas.
Escritor anecdótico, compuso “Serraniegas”, colección de novelas cortas donde prima concepción positivista y “al pie de los Andes”, novela que no llegó a publicarla en su totalidad.
Falleció en forma temprana, trochándose, con ello, esperanza de inmenso valor para nuestra Literatura. Su estilo va al paisaje, analiza sus galas más sobresalientes, extrae las aristas de mayor magnitud, vibra de alegría como canción para el cielo purísimo de la sierra. Poeta de voz melodiosa y apesadumbrada, prosista humorístico.
Oh mi Samaritana sensitiva,
De dulces labios y mirar divino,
Que aplacaste mi sed de peregrino con la ricura de tu fuente viva!
Lleva otra vez el ánfora nativa
A tu gentil cabeza, al talle fino
Tus generosas manos, y al camino,
Cual bíblica visión, ven compasiva.
(De “Bíblica”)
Parte de su producción literaria se ha recogido en el volumen “Serraniegas”. Los demás anda disperso por revistas y periódicos diversos del Ecuador , principalmente en la “Revista de la Sociedad Jurídico-Literaria”, “Letras”, de Quito; “Ecuatorial”, de Ambato, etc. Algunos de sus críticos ha indicado el libro inédito “memorias de un loco”, que Mera quizás no pudo terminar por las graves dolencias que le llevaron, temprano todavía, al sepulcro. Eduardo Mera, que había viajado mucho por Europa, murió en la casa solariega de Atocha el 20 de Mayo de 1926.
En los últimos años de su vida, dictaba clases de francés en el colegio Nacional “Bolívar” de Ambato.