Mata Ordoñez G. Humberto

G. Humberto Mata: Marginales para el estudio de la literatura Morlaca; tomo I, Cuenca, Ecuador / IV Centenario de su fundación; Editorial “Amazonas”, 1957.
G. Humberto Mata Ordoñez, quien publico “Galope de volcanes” en 1932, poesía ácrata indigenista.
Humberto Mata: “Honorato Vázquez Agnus Dei y Flama”; Casa de la Cultura Ecuatoriana, Revista, tomo VIII; Enero Diciembre de 1953, N. 16.
G.H. Mata: “Manuel de J. Calle: Ángel Enmascarado del Demonio”, Cuenca, Ecuador  1980; pág. 45 edición inaugural “Biblioteca Azuaya”, patrocinada por el H. Consejo Provincial del Azuay y su Departamento de la Cultura y Publicaciones. 
G.H. Mata: Remigio Crespo Toral (2 tomo de “Historia de la Literatura Morlaca”. Edt. De la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1959.
G.H. Mata: “Dolores Veintimilla Asesinada”, Cuenca-Ecuador, 1968 “Edición de Biblioteca Cenit. Sobre el mismo tema, dos volúmenes mas: “Dolores Veintimilla asesinada”, Primera serie, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, Cuenca, Ecuador, 1976; y “Dolores Veintimilla Asesinada”, Edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1977. 
El furor de la preceptiva tradicional subió de punto a la Temperatura de horno de fundición con la aparición de G. Humberto Mata, poeta vanguardista de la modalidad indigenista o sea de un carácter racial – revolucionario; y que traía por teórica de ortología nada menos que el lenguaje del vulgo, inclusive el barbarismo quichuista. “Galope de Volcanes” fue un escándalo, y G. Humberto Mata un criminal literario. En compensación, y aun a sabiendas de que no sabe apoyar, en ningún caso, odios raciales, Alfonso Cuesta y Cuesta, juvenil poeta laureado y luego poderoso cuentistas, y el que esto escribe aplaudimos sin restricción al poeta G. Humberto Mata. Jugando con la abreviatura de la G, para nosotros G. Humberto Mata significaba Gran Humberto Mata. Y en realidad, difícil encontrar tanta originalidad, tanta sensibilidad: caótica si se quiere, pero por ello mismo mayormente superlativa y trascendental. El ansia de renovación llegaba a mas alto grado que cualquier osadía y atrevimiento de mera técnica, para convertirse, por lo sincero, en una valentía, que daba en que pensar ¿Cómo este hombre pequeñito y rubio tenía furores de tanto anatema y brío como los de un profeta hebreo? En desplante, G. Humberto Mata iba paralelo con el poeta italiano Marinnetti, uno de los patriarcas de las escuelas post- simbolistas y gran corifeo del desplante que dijo “preferir la silueta de un chauffeur a la silueta de Dante”, y si G. Humberto Mata no hubiese producido en un ambiente tan tranquilo como Cuenca (“Cuenca, ciudad de la paz”) hubiese dejado muy atrás al ruso Maiakopwsky. En Mata hay mayor fuerza de sismo, mayor material “cósmico” que diría Vasconcelos; y entres estos cosmos, chispas de rayo, y chispas de oro. Las penalidades del poeta G- Humberto Mata no terminaron en “Galope de Volcanes”.
Algunos años después (1935) otros libros de G. Humberto Mata: “chorro Cañamazo” y “Tumulto de Horizontes” fueron incautados. Eran tiempos del ministerio de gobierno del Dr. Aurelio Bayas Argudo. Y del dictador Federico Páez. Y de la ley de Defensa Social.
“Chorro Cañamazo” era una colección de romances en que se pintaba el negocio del toquilla en el taquillero barrio del “Chorro”. Había escenas vivas y delatoras. El libro fue tomando como labor comunista. Y vino el decomiso, como anuencia de la Universidad.
(Manuel M. Muñoz Cueva -Una vida Morlaca- Nicanor Aguilar 1951)