María Esther Martínez M. por ejemplo, en su “El Problema feminista en el Ecuador”, hizo hincapié en la necesidad de que las mujeres debieran organizar se y unirse para “evitar la disgregación y el aislamiento de sus componentes que necesariamente llevan al fracaso; no por falta de capacidad, sino por falta de dirección. Además, le suplico al gobierno que estableciera sindicatos para las trabajadoras y Asociaciones de Empleados que se dedicarían a defender exclusivamente los derechos femeninos, a diferencia de grupos mixtos que normalmente luchan por “la solución de muchos problemas concernientes al elemento masculino, que se encuentra en mayoría”. También, el articulo recalco la necesidad de que hubiera representación femenina en el gobierno como de que se atribuyera iguales salarios a hombres y mujeres.