Marticorena Presbítero


En Guayaquil, en 1820. La juventud sobre todo, que mal educada, casi sin ocupación conocida, mal gastando los años en diversiones frívolas, tuvo por ese tiempo materia sería en que ejercitar su espíritu generalmente novelero e inquieto. En ella se contaban unos pocos jóvenes de talento y de mediana instrucción, aleccionados en los principios liberales por el padre dominicano, Fray Miguel Cumplido, natural de Chile, que los había reunido como su maestro de latinidad. El presbítero Maticorena, amigo de cumplido, le ayudaba en esta tarea. Se distinguían entre estos jóvenes José Antepara y Cruz Correa.