En 1711 propuso un vecino de Lima, el General Antonio Mari, obtener la tan ansiada licencia, a cambio del privilegio de embarcar- el de sus herederos- 1.000 cargas anuales de cacao.
En 1711 propuso un vecino de Lima, el General Antonio Mari, obtener la tan ansiada licencia, a cambio del privilegio de embarcar- el de sus herederos- 1.000 cargas anuales de cacao.