Maldonado Facundo

El joven Facundo Maldonado no era ecuatoriano sino granadino, el tomo parte en nuestras disensiones civiles, y después de la batalla de Miñarica resolvió regresar a Bogotá, patria, y en efecto salió de Quito para Pasto en Abril de 1835. Los ecuatorianos asilados en aquella ciudad le persuadieron a que sirviese bajo las órdenes del Coronel Bravo, que invadiese el territorio del Ecuador, y contribuyese a derrocar la Administración recientemente establecida; él se dejo arrastrar de las ventajas que le ofrecieron, se enrolo en las guerrillas del Coronel Bravo, y ambos invadieron por tres veces el territorio de la Republica; y a manera de várdulos dejaron sus huellas marcadas con sangre, robos y con las desgracias que acompañaban esas barbarás invasiones.
El ejecutivo toma las medidas más enérgicas para impedir la renovación de tan grandes males; y como es de costumbre en semejantes casos, declaro fuera de la ley a los invasores, como a perturbadores del pez, y enemigos del orden público. Sucedió la segunda invasión, y nuevo vigor se dieron a estas disposiciones tomadas con acuerdo del Consejo de Gobierno. A la tercera, el Coronel Bravo se escapo de la persecución de las tropas del Gobierno, y su Segundo Jefe Facundo Maldonado, con un corto numero de sus partidarios, fue tomado talando el territorio del Ecuador , sus compañeros fueron pasados por las armas según las ordenes que había expedido el gobierno, y el fue remitido a Quito.
Los enemigos del nuevo orden político movieron todos los resortes para salvar la vida de Maldonado, con el objeto que volviese a guerrear contra el Gobierno, como lo había hecho su compañero Bravo, faltando a su palabra de honor, y a los solemnes compromisos que había contraído conmigo, como lo he manifestado en el número anterior. Ellos consiguieron que las señoras principales de Quito fueran en diputación a la casa de Gobierno a pedir al Presidente el indulto de Maldonado; el clero, varias corporaciones, y aun las religiosas tomaron el más vivo interés en la consecución de esta gracia.