En Guayaquil en la madrugada del 9 de octubre de 1820, Urdaneta con otro piquete de tropa y varios jóvenes marcho al cuartel de caballería que le entregaron los sargentos Vargas y Pavón. El comandante Magallar, que sintió el ruido formado con este motivo en el cuerpo de guardia, salto de su cama sin vestirse y apenas tuvo tiempo para empuñar su sable, cuando Urdaneta entró y mandó a sus soldados que le hiciesen fuego, Magallanes cayó herido y Urdaneta tuvo la crueldad de mandar nuevas descargas con que acabó su vida este oficial valiente.
La muerte de Dn. Joaquín Magallar que era instructor de tres compañías de la caballería en Guayaquil. Herido en un brazo le dijo a Urdaneta que no se rendía y grito ¡Viva el Rey! El jefe revolucionario en presencia del Alférez Manuel Murillo y de Manuel Avilés ordenó que lo mataran. Fue la única víctima notable del 9 de octubre de 1820 Era novio de Carmen Arbeláez.
Tratase del comandante D. Joaquín Magallar que antes había estado de servicio en Talcahuano, pero en 1817 para no caer en manos de los patriotas, se fue al Callao.
