Entre los vecinos que se distinguieron en esta labor de Salvamento y que más tarde fueron agradecidos por el Rey se destacó don José María Luzcando. Auditor de Guerra. El incendio fue tan violento que ya se temía que se repitiese la catástrofe de 1764; felizmente se descargo un torrencial aguacero que apago el incendio, a las 5 de la mañana. Las pérdidas se estimaron en 70 a 80 mil pesos.
Teniente de Gobernador y Asesor letrado de Guayaquil, José María Luzcando, quien en tres ocasiones distintas llego a ejercer el gobierno político de la Provincia, de forma interina, mientras del gobierno militar se encargaba el oficial de mayor graduación: en 1803, en 1807 y en 1816, interinazgo que compartió con el teniente Coronel y luego Coronel Dn. Luis Rico las dos primeras veces, y la última vez con el Coronel de milicias Don Jacinto Bejarano.