López Juan

Misionero Jesuita en 1630 recibe del cacique de Malacatos a quien había bautizado con el hombre de Pedro Leiva, un trozo de corteza de un árbol para curar el CHUGCHUY. A su amigo Don Juan López de Cañizares le da a tomar una maceración de la corteza que le había obsequiado su cristianizado Cacique de la Malacatos, como un presente de agradecimiento de favor es recibidos como chugchuy se conocía entonces al paludismo y la corteza que recibió era del árbol de quina, de donde se extrae la quinina. Sin embargo, durante muchos años en los territorios de la audiencia de Quito se ignoro sus beneficios y correspondió a la Condamine el redes cubrirlos, durante sus viajes por sierra y costa ecuatoriana español recetándola a la palúdicos como ocurrió en Puebloviejo, con un viejo, con un español enfermo al que sano.