León Pedro


Ambateño de nacimiento, su formación artística la realizo en la Escuela de Bellas Artes de Quito, donde fue el discípulo predilecto de Paul Bar, maestro que le trasmitió las claves del impresionismo y del puntillismo.
Al egresar de la escuela partió rumbo a Europa, y ahí realizo cursos de especialización en arte en Bélgica, España y Francia.
A su regreso ocupo la subdirección de la escuela de Bellas Artes de Quito y luego la dirección de la misma. En el desempeño de ambos cargos, impulso la modernización de la pintura ecuatoriana de la época al difundir y promover la aplicación de los novedosos conocimientos que había adquirido sobre arte en el viejo continente.
En cuanto a su producción artística, si bien en un principio sus obras se inclinaron por el impresionismo, al que aplico sabiamente en sus paisajes, cuando se dio en el arte nacional el paso a contemporaneidad introdujo en su obra al expresionismo, captando con especial afición al indígena y su forma de vida. De ese periodo se destacan obras como “cangagua” que realizo en 1940, en las imprimió gran fuerza y calidad plástica
Pedro León sobresalió también por innata habilidad para el retrato y la acuarela, pero más que nada, por haber asimilado con especial sensibilidad las claves de la pintura impresionista.
Al momento de su deceso, ocurrido en Quito en 1956, se encontraba a un a cargo de la Dirección de la Escuela de Bellas Artes de la misma.
Por su valiosa labor artística y dedicación a la enseñanza del arte, León es considerado por la crítica nacional como el iniciador del arte moderno en la plástica ecuatoriana del siglo XX.