Lavayen Gorrichategui Julio


Días antes, a mediados de Septiembre, de 1865 los Señores Rafael Vélez, Baquerizo y Lavayen, acaudillaban un grupo de liberales, en la frontera del Carchi; y por esto, elevo García Moreno reclamaciones al Gobierno de Colombia.
Casi toda la fuerza liberal, excepto algunas partidas que vagaban por la actual provincia del Oro, hallábase reunida a bordo de la flotilla fondeada en Jambelí Santa Rosa estaba guarnecidas por tropas del Gobierno, y mandada por los Cnel. Celestino Lara y Pacifico Aguirre. Ignorando Urbina la llegada de García Moreno a Guayaquil, y deseoso de no dejar enemigo a retagurdia, se resolvió a dividir sus tropas, trasbordo parte de ella al Washington, y partió en él a Zarumilla. El Washington estaba mandado por el comandante Juan Heredia, y su segundo el comandante Francisco Modesto Game. El menor número de tropas fue dejado en los demás buquecitos. En Zarumilla salto a tierra, y siguió al Papayal, donde se encontró con el Cnel. María Irigoyen, quien con 30 hombres, marchaba a incorporarse. “En gualtaco se agregaron los patriotas Gaspar Alamiro Plaza, adolescente, Julián Indaburu Bodero, Juan Francisco Mariscal y Enrique Larroque.
Horas después se incorporaron el Cnel. José  María Cornejo, los tenientes coroneles. Ramón Cornejo, Pedro Jaramillo, Lautaro Lamota, Julio Lavayen y N. Saona, los sargentos mayores N. Sánchez, N. Aguilar y cosa de 90 entre jefes, oficiales y soldados venidos de Tumbez. Allí dividió sus tropas en cuatro columnas una, dirigida por el Cnel. José María Cornejo, el Cnel. Pedro Jaramillo, en teniente  Cnel. N. Sánchez y el capitán G. Alamiro Plaza; otra, por el comandante Lautaro Lamota y el comandante Luis Medina; otra por el coronel Saona y el sargento mayor N. Aguilar, muchos jefes y oficiales, como los coroneles, Juan Antonio Robinson, Pedro Campuzano, Ramón cornejo, los comandantes Gregorio Rodríguez, Rafael, Pablo chica Cortázar, Julio Lavayen, Pedro Ruiz, José Villao, el Dr. Francisco Rivera Cortázar y varios capitanes, tenientes y subtenientes, quedaron sin colocación, por escasez de tropa, y marcharon armados de fusiles. También se organizo un piquete de caballería, a órdenes directas del Gral. Guillermo Franco; jefes subalternos de esta, fueron afanados por su valor, comandante Juan Manuel Campuzano y capitán José Zuñiga. El 24 de junio llegaron a las afueras de Santa Rosa. El Gral. Urbina mando de parlamentario al teniente Cnel. Julio Lavayen, quien fue recibido a balazos. Entonces Urbina dispuso un ataque. Las tropas conservadoras constaban de 300 soldados; los liberales no llegaban a 200. Antes de alistarse las dos tropas, pues entre ellas había una colina, dispararon casualmente un tiro, que mato al capitán Vicente Franco, Edecán del Gral. Urbina. La tropa liberal embistió entonces furiosa, por dos sitios. Duro el combate una hora, y la victoria vino a lisonjear a los liberales. Se distinguieron entre ellos los jefes Lamota, Cortes, Cornejo, y Jaramillo, y los tres últimos salieron heridos. Cirujano de los liberales era el benemérito Dr. Carlos Auz, quien ya muchas persecuciones del tirano había soportado en su patria, a pesar de relevantes condiciones como médico, y de su corazón generoso y compasivo.    
El coronel Melitón Vera defendía la Población de Machala con tropas del Gobierno, el Gral. Franco partió a combatirlas, con 100 hombres, entre los cuales iban los comandantes Ramón cornejo, N. Aguilar, Julio Lavayen, N. Sánchez y el capitán Plaza. El Coronel Vera había pasado de Machala al Pasaje. Como a las 9 a.m. Franco y sus tropas oyeron tiros de cañón y fusiles; pero no supieron de donde provenían: eran del asalto a Jambelí. El Gral. Urbina se había embarcado, con el resto de la tropa, en el rio Santa Rosa, en chatas y canoas con dirección a Jambelí y en rio oyó el estruendo: pudo llegar a Jelí, donde se encontró con el Washington, que acababa de llegar derrotado.