Nació en Cariamanga, provincia de Loja, hacia mediados del siglo XIX. Hizo sus estudios en la ciudad de Loja. Desempeño el Rectorado del Colegio “Bernardo Valdivieso”.
Ya sacerdote se dirigió a Guayaquil a ejercer su ministerio sagrado después de distinguirse como escritor de nota y luego de publicar sus primeros estudios en “El Lábaro”, publicación conservadora. Dio a luz interesantes trabajos poéticos. Fue incansable educacionista. Por eso, cuando llego a Guayaquil, monseñor Pio Vicente Corral. Administrador Apostólico, le nombro Rector del Seminario “San Ignacio”, en 1896. En abril del mismo año recibió el título de Canónigo Honorario. Siendo Rector del Citado Seminario fue a Trujillo a dirigir los Santos Ejercicios a las Religiosas de San José de Tarbes, en 1898.
En 1907 recibió el nombramiento de Canónigo Efectivo cuando desempeñaba las funciones de Vicerrector del Colegio Seminario “San Luis”.
El Rvmo Sr. Espinoza Mendieta cuando recordaba a este ilustre Canónigo de la Catedral de Guayaquil, decía: “Era buen Maestro de Ceremonias, de inteligencia notable, murió bien anciano y muy útil para Dios y para la Patria”.
Sus discípulos, ahora ya ancianos y muy pocos, lo recuerdan con admiración y gratitud.
