Jáuregui Uriguen Ricardo


En el pequeño librito, “Flores de ensueño”, el autor confiesa” esta colección no es otra cosa que un manojo de flores sensitivas que brotaron, allá, en las arideces de mi alma enferma y triste; un trémulo hacecillo de capullos de sangre del corazón que se abrieron, mustios y sin perfume, al astro sin calor de aquella mi dicha tan fugaz como lejana ya” y de manera que no admite replica, aclaran que sus versos no vivirán más que un día, como todas las flores; versos como para marchitarse entre las páginas de un álbum son estos.
En “copas de Absintio” escribe un prologo dedicado a la literatura en la provincia del Carchi, tierra en donde Jáuregui demoro algún tiempo. Es un registro de nombres, algunos devorados ya para siempre por el olvido. 
“Miscelánea de un Trovador” recoger sus versos anteriores, refechos, en homenaje a Cuenca, desde distante provincia, en el primer Centenario de su Independencia y trae como promedio un “Ensayo Histórico”- Critico sobre la literatura Azuaya” que sin tener profundidad, registra a vuela pluma los nombres de la cultura azuaya, desde 1820 hasta los años del centenario. En General, la poesía de Jáuregui Urigen identificada con la escuela cuencana, se muestra melancólica y lacrimantes y en muchas estrofas carece de elevación. Es autobiográfica y llorosa.
Otro colega de la generación de poetas. Médicos, que así mismo se perdió por los caminos quemantes de la evasión y de la bruma, de los paraísos y de los infiernos alucinantes, a lo verlaines, a lo Poe, fue Ricardo Jáuregui Uriguen; tenía un sendero par ellos su infinita tristeza, amasada con los sinsabores cotidianos y martirizantes que el mundo pacato, no perdona: la orfandad y la pobreza. Y ello fue como la trágica invitación al vals, que lo perdió. Nació en 1884. Se graduó el 18 de diciembre de 1915. Ha publicado: copas de Absintio, Miscelánea de un Trovador (poesía 1920) de su colección poética, entresacamos: “Corazón” y “El libro”. Este último, es el primero de un grupo de sonetos de motivo clásico, dedicados a cantar temas trascendentales: el libro, la tragedia universal, etc. La mayor parte de su producción, como en J. R. Burbano, se refiere a motivos que “empaparon de lágrimas la vida”. Es que en el tapete verde de la vida, sus cartas le fueron siempre adversas, y el poeta perdió la partida…y la perdió para siempre.