Insernz Jaime

A comienzos de 1811 se nombro una Junta Departamental de Vacuna cuya composición desconocemos. Pero quedo inoperante, así que en Julio se volvió a pedir que se restableciera. Esta vez ya tuvo efectividad. Don Manuel Jado fue protomédico Ignacio Hurtado lo inspecciono y encontró “aprovechable”. Para “ejercer y conservar la vacuna”, se ofreció el cirujano Jaime Insernz, y sin cobrar nada, con tal que le pusiesen a su orden 2 sangradores. El cabildo acepto la oferta y dispuso usar 200 pesos de Propios para los barberos.