El director del Instituto Nacional de estadísticas y Censos (INEC), Juan José Illingworth, fue objeto de un merecido homenaje, en el Club de la Unión, por parte de autoridades, empresarios, amigos y personalidades de nuestro medio, en reconocimiento a la contribución patriótica y relevantes servicios que viene prestando al país desde sus funciones públicas.
“Ustedes han tenido la bondad y generosidad de escoger mi nombre como pretexto para festejar no a una persona o una labor, sino a esa aurora que anuncia el despertar, el renacimiento de Guayaquil, y por ende de toda la periferia del país. Y es que la causa de la descentralización es el camino obligado de quienes amamos la libertad y el desarrollo”, manifestó el matemático durante el agasajo en su honor.
Illingworth, quien denuncia a través de sus estudios y análisis estadísticos la realidad que vive el país, insto en su discurso a que el actual Ministro de Finanzas entregue al INEC, en virtud de la ley de estadística que así lo obliga, los montos del presupuesto liquido por provincia en los últimos siete años, para poder terminar de conocer la magnitud de las cifras de la concentración y el centralismo.
Maldad planificada
Aseguro que muchas de las desgracias que han ocurrido en Guayaquil y casi todo el país, en los últimos años, se deben a una “planificada y enfermiza hegemonía lograda por elites capitalinas que han acumulado para si los poderes político, militar, eclesiástico, judicial, legislativo, diplomático, y el económico subyace detrás de los recursos que ingresan a las arcas fiscales, extraídos de las entrañas de las tierras orientales, la extensividad de sus mares, la fertilidad de los sucios costeños y el sudor de quienes los trabajan”.
Illingworth comparo la falta de servicios y pobre cobertura en casi todo el país con los privilegios que viven en la capital, tales como las becas, parques de uso múltiple, carreteras, túneles, inversión en cultura, proyectos de vivienda subvencionada, cobertura en saneamiento ambiental, hospitales alternas, inversión en cultura, proyectos de vivienda subvencionada, cobertura en saneamiento ambiental, hospitales altamente equipados, etc.
Enfatizo que “destruir al otro para destacarse uno es la esencia de la envidia, la característica del mediocre y el fundamento filosófico del centralismo enfermizo a que ha sido sometido el país”.