ICAZA PAREDES: Manuel

En 1.852 el Cónsul del Perú, el Sr. Manuel Icaza, en que le denunciaba todo lo que se sabía de notoriedad pública, sobre la expedición de Elías, añadiendo, que por la calle de su propia casa había visto, con otras personas, pasar unos cajones de fusiles que soldados de artillería llevaban a borde de la Linda, buque perteneciente al Capitán Calderón, que se dirigía a las costas de México. El gobernador que había desatendido los informes que por su propia confesión posterior le dieron el día catorce empleados de representación sobre los enganches que se hacían, tuvo al fin que tomar medidas en vista del reclamo del cónsul peruano. Con este motivo mandó a practicar un reconocimiento de la linda donde realmente se encontraron 12 cajones de 240 fusiles, los cuales fueron desembarcados porque otra cosa no pudo hacerse. Pero al mismo tiempo se dejó salir el buque y en él a Elías y otras personas que componían su familia. Se dejó ir libre cuando, sorprendió infraganti en el delito de haber comprometido la neutralidad del Ecuador, debió perdérselo para que se les juzgarán los tribunales. El Gobernador creyó que cubrir su responsabilidad con la promesa que le hizo el Capitán Calderón que no permitiría que Elías desembarcara en ningún puerto de territorio peruano; y con haber pasado una nota al comandante General Francisco Robles, para qué ordenese hace que un buquecito de guerra acompañarse a la Linda hasta dejarla fuera de las aguas del Ecuador.