Espinoza Reinaldo

La colectividad lojana residente en Zaruma, que preside el Lcdo. Federico Bustos, conocedora de los sobresalientes méritos que adornaron al extinto sabio botánico Dr. Reinaldo Espinoza Aguilar, ha acordado erigirle un momento, que se inaugurará dentro de poco, según informes que nos fueron suministrados.
El Dr. Espinoza nació en Malvas (parroquia del cantón Zaruma), el 22 de junio de 1898. Fueron sus padres el señor Modesto Espinosa y la señora Zobeida Aguilar de Espinoza.
Realizo los primeros estudios en la Escuela Superior de Varones de la Cabecera cantonal, en los que sobresalió por su dedicación y clara inteligencia, por lo que el concejo Municipal le concedió una beca para que ampliara su preparación en el Normal “Juan Montalvo”, de Quito, al que ingreso en octubre de 1913, graduándose de profesor Normalista, con las mejores Calificaciones, en 1918.
Durante su permanencia en el Normal demostró poseer una natural inclinación a los estudios biológicos, en especial a la Botánica, ciencia en la que se destacó más tarde no solo en su propio país sino también en Europa.
A raíz de su graduación de Normalista, en virtud del compromiso contraído con el concejo Municipal, retornó a Zaruma para prestar sus servicios como profesor auxiliar en la misma escuela en la que él aprendió las primeras letras. En ella trabajó seis años, o sea el tiempo que duró la beca.
En 1924, habiendo cumplido ya su obligación con el Municipio, se trasladó a Guayaquil a ocupar un cargo de profesor en la Escuela Modelo “Nueve de Octubre” de  esa ciudad. El año siguiente fue llamado a Quito para que desempeñara la cátedra de Ciencias Biológicas en el establecimiento donde obtuvo el título de profesor normalista.
En 1928, en vista de sus merecimientos, el gobierno alemán le otorgó una beca para que realizara estudios en la universidad de Berlín, de donde pasó a la de Jena, en donde obtuvo, en 1932, el título de Doctor en Matemáticas y Ciencias Naturales, con la calificación mágnum cun laude.
Sus tesis doctoral versó sobre Anatomía y Morfología de las plantas de los Andes Ecuatorianas, en relación con el clima, la altura y la presión atmosférica, la cual mereció el elogio de algunos centros científicos europeos, especialmente de los célebres catedráticos Otto Renner y Vorston, así como de los doctores Ludwing Diels y Pilguer, del Museo y Jardín Botánico de la Capital alemana. 
Durante su permanencia en la patria de Goethe, el Dr. Espinoza contrajo matrimonio con la señorita Margot Eichler, con la que tuvo tres hijos: Norman, Egberth y Ronald.
De regreso a su patria siguió prestando servicios en las cátedras de su especialización, hasta 1935, en que fue nombrado Rector del Normal “Juan Montalvo” y luego Ministro de Educación, en ese mismo año, cargo que desempeño muy corto tiempo, debido a un sorpresivo golpe de Estado. Después Desempeño la cátedra de Botánica en la universidad Central.
En 1939 viajó otra vez a Alemania llevando la representación de nuestro país al Congreso Internacional de Agricultura que iba a realizarse en la ciudad de Dresden, en el que debía someter a estudio de enfermedad conocida con el nombre de “escoba de la bruja”, que azotaba a los cacaotales de la Costa ecuatoriana, causando una grave depresión económica.
Pero no pudo retornar a su Patria a dar cuenta de su misión, porque lo sorprendió el estallido de la segunda Conflagración Mundial, desatada por el dictador teutón Adolfo Hitler. Obligado por esta circunstancia a permanecer con su familia en Alemania y a trabajar como traductor al español de documentos oficiales y a difundir por la Radio Berlín temas de carácter científico, fue considerado por esto como enemigo de los aliados. 
Terminaba la conflagración, después de vencer serias dificultades, retornó al Ecuador  en completo estado de pobre4za, ya que no pudo retirar los fondos que tenía depositados en los Bancos alemanes, porque el dinero de esas instituciones se hallaba congelado, por disposición de las potencias vencedoras.
Encontrándose de nuevo en Zaruma, y en virtud del prestigio de que gozaba como pedagogo y hombre de ciencia, fueron requeridos sus servicios por varios centros educativos de nuestro continente; pero el prefirió ir a Loja a ocupar la cátedra de Botánica en la Universidad de esa ciudad. Y es entonces cuando llevó a cabo una extraordinaria labor la investigación de la inexplorada flora lojana y fundó el Herbarium Universitates Loxensis, en colaboración con el Dr. Harold Norman Mordenker, especialista en Semántica Vegetal del Herbarium de Nueva York.
Entregado por entero a su labor científica se hallaba el eminente botánico, cuando surgió, de repente, un desacuerdo con el Rector de la Universidad, por lo que se vio obligado a renunciar el cargo y salir del país, yendo a radicarse en Colombia, donde la Universidad de Nariño lo nombró Decano de la Facultad de Agronomía.
Pero un día aciago, el 28 de diciembre de 1950, que salió con sus alumnos a una expedición científica, le cayó, inesperadamente, un árbol, que acabó con su vida.
La Universidad de Nariño, hondamente conmovida por el trágico suceso, dictó a su memoria un Honrosísimo Acuerdo, que fue enviado a varias Universidades del Ecuador , al Municipio de Zaruma y a los familiares del extinto, en el que se deja expresa constancia que el Dr. Espinoza fue “una eminente figura de la ciencia americana, botánica insigne, Director del Herbario Universitarias obras de gran valor científico, etc.
Por esto, bien merece que su memoria sea perpetuada en el bronce.
Ministro de Educación 1935
Cónsul General del Ecuador  en Bruselas  1910-1912-1920
Dr. Reinaldo Espinoza Aguilar, sabio botánico muy conocido en los centros científicos de Europa. Nació en Malvas, parroquias de Zaruma, el 22 de junio de 1898, se graduó de Profesor Normalista en el Normal “Juan Montalvo”, de la capital de la República, en 1918, y obtuvo el titulo de Doctor en Matemáticas y Ciencias Naturales en la ciudad de Jena (Alemania), en 1932.
Su tesis doctoral verso sobre Anatomía y Morfología de las Plantas de los Andes ecuatorianos, en relación con el clima, la altura y la presión atmosférica, que mereció el elogio de notables científicos europeos.
Fue autor de varias obras sobres la materia de su especialización.
Dentro de la Administración Pública desempeño con todo lucimiento los cargos de Profesor Universitario, Rector del Normal “Juan Montalvo”, Ministro de Educación Pública”, etc.
Murió trágicamente en Colombia, el 28 de diciembre de 1950, cuando era Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Nariño y Profesor de Boánica, Biología, Genética de la misma Facultad y de Lengua Alemana en el curso universitario en general. Cuando ocurrió su deceso, la antedicha Universidad dictó un honrosísimo  Acuerdo deplorando su prematuro fallecimiento y dejando constancia, entre otras cosa, de que el Dr. Espinoza fue “una eminente figura de la ciencia americana”.