Leonis Delgado “fue uno de los más hábiles y laboriosos orfebres, venidos a Quito y que en Quito trabajo obras de su arte así para la iglesia de San Francisco, como para la Catedral, cuando la fabrica y ornato de esta corrían a cargo del activo y brillante Arcediano don Pedro Rodríguez de Aguayo. Y fue así mismo ensayador oficial.