Cuervo de Galan Pedro

El mismo cabildo de Guayaquil había tenido una actitud restrictiva en febrero de 1780, cuando obligo a Pedro cuervo de Galán a que cerrase su botica y se dedicase a la cirugía; y al teniente de protomédico se le encomendó vigilar el cumplimiento de esa disposición. Fue solo la salida de Causino que le dio a Galán la oportunidad de regresar al negocio que le gustaba pues los juandedianos lo tomaron para administrar la botica del hospital. Vino luego, en 1787, un intento de carácter privado. Pedro Cuervo de Galán, cirujano y dueño de botica, solicito al cabildo permiso para construir fuera de la ciudad y para enfermos contagiosos, un verdadero hospital de San Lázaro. El procurador dio largas al asunto, demorándose sus buenos cuatro meses en contestar. Como no podía lograr el apoyo del ayuntamiento, parece que se decepciono, quedando en nada su proyecto. 
Cirujano, ejerció en Guayaquil en la segunda mitad del siglo XVIII