Cucalón Villamayor Bartolomé Phelipe

Nombre que así consta en el libro de Bautismo de la Iglesia San Pedro Apóstol del Obispado de Huesca, antiguo Reino de Aragón en España y que certifica su bautizo el 23 de Agosto de 1754; hijo legitimo de Martin Cucalón de Vera y Teresa de Villamayor y Garcés siendo padrinos sus tíos maternos Blasde Villamayor y Garcés y Thomasa de Villamayor.
Don Phelipe Bartolomé inicia su carrera militar a la edad de 18 años en e l regimiento de infantería de Córdova en calidad de Cadete el año 1772 (en febrero) en Noviembre de este mismo año ingresa como teniente del Regimiento de Infantería de Cartagena de indias. Años más tarde es el Comandante y Gobernador del Fuerte de San Fernando de Bocachica en Cartagena de Indias. Hasta 1801 año en que recibe de Don Carlos de España los títulos que lo acreditan como gobernador Político y Militar de la Provincia de Guayaquil, ratificado este nombramiento en enero 6 de 1802 pero, Cucalón llega a Guayaquil a tomar posesión de su cargo en marzo de 1803 hasta diciembre 1° de 1809 en que es depuesto del cargo por el Virrey del Perú Fernando de Abascal, por intrigas de enemigos que había ganado Cucalón en la Gobernación, entre estos se encontraba el “Coronel”  Jacinto Bejarano que había conseguido que el reemplazante de Cucalón sea su pariente político el Coronel de Ingenieros Luis Rico y Pérez. Pero Cucalón protesto y trono por tan descabellada actitud del Virrey y vuelve al cargo de Febrero a septiembre de 1810 en que da por terminada sus gestiones de Gobernador Político y Militar de la Provincia de Guayaquil, tenía en el bolsillo el nombramiento de Comandante General y Presidente de la Real Audiencia del Cuzco que con fecha 25 de junio de 1810 le extiende el Rey Fernando VII ciertamente que Abascal no lo posesiono del cargo por mantener en ese puesto a su protegido y sumiso General Goyeneche. Cucalón encontrándose en Lima con su hijo José María, partieron para Madrid-España.
Vida Privada de Don Bartolomé Cucalón de Villamayor. 
La vida infantil de Dn. Bartolomé se desarrollo bajo el cuidado de sus padres y en su tierra natal la villa de Ayerbe y desde los 12 años de edad estaba ya en Madrid estudiando en colegios de primerísimas enseñanzas, participando también de la escuela de milicias de la que salió para incorporarse como Cadete al Regimiento de infantería de Córdova en Cartagena de Indias, en la hoy Republica en Colombia. Aquí contrae matrimonio en 1783 con la Cartagenera María Vicenta de Aparicio y Tatis, matrimonio en el que aparece don Bartolomé con el grado de capitán. Para 1798 era viudo Don Bartolomé Cucalón y en este estado llego a Guayaquil acompañado de su único hijo legitimo don José María Cucalón de Aparicio. Pero parece que don Bartolomé se trajo de Cartagena una señora que llamaba María Palacios, en la que tuvo una hija nacida en Guayaquil que llamo María Cucalón Palacios (no reconocida por Bartolomé)  así mismo f.f. con doña Mercedes de Urruchurto y Pimentel (hija de Pablo de Urruchurto y Rodríguez Plaza que c.m. con María Dolores de Pimentel) en la que tuvo a su hijo Manuel Felipe Inocente de Cucalón y Urruchurto nacido en Guayaquil por 1806 y f. aquí mismo por 1854. Estos vástagos quedaron en Guayaquil, po el traslado de don Bartolomé al Cuzco y que solamente llego a Lima, de donde retorno a España y en Madrid suscribió su testamento el 24 de Marzo de 1817 nombrado como Albacea testamentario al coronel Blas la Nota. En este documento declara por hijo legitimo a don José María con María Vicenta Martínez de Aparicio, este dato es contrario a lo que dice la Partida de Bautizo María Vicenta de Aparicio y Tatis. El testamento lo encabeza como Presidente del Cuzco. Así mismo omite el nombre de la señora en la que tuvo su hijo Manuel “para no ofender el honor que tiene la señora en Santiago de Guayaquil”    

Fray romero asumió la dirección del hospital el 4 de febrero de 1797. A las 9 de la noche del 4 de febrero de 1804 justo a los 7 años de haberse posesionado de su cargo el prior aparecieron las primeras llamas. El primer pensamiento del hombre están copadas, los que tenían afecciones más o menos leves salieron a la calle, huyendo del peligro con sus propios medios. Pero había muchos que se encontraban postrados y que no podían moverse. Fue el padre Romero el héroe de la jornada; repentinamente se introdujo en el incendiado hospital para ayudar a los tambaleantes enfermos; a uno de ellos llevándolo en sus hombros…  De repente, en uno de estos numerosos rescates el humo lo cegó, dio unos traspiés y se rodo escalera abajo. El Gobernador Coronel Bartolomé Cucalón y Villamayor tuvo que multiplicarse en la labor de salvamento para remplazarlo, y no solo en el hospital, sino en la amenazada zona cercana.
Cucalón volvió a embargar los bienes del italiano, y además le encarcelo. Abascal le ordeno, que liberarse, tanto la persona, como los bienes de Lagomarcino; pero el Gobernador rehusó hacerlo, hasta que recibió una orden del mismo temor de la Audiencia de Quito. La muerte del Brigadier,1818 a la edad de sesenta y tres años, habiendo vivido unos cuarenta en América. Murió pobre, y cargado de deudas contraídas después de 1810. Una Real Orden,  publicada con motivo de su muerte, en 1819, declaro que había sido separado del gobierno de Guayaquil sin haber dado motivo para ello. Y el año siguiente, el Fiscal militar, desde que tomo posesión del expresado Gobierno de Guayaquil en el año de 1803, sin estremecerse que ha sufrido desde entonces por el Coronel de Milicias de aquella plaza, Don Jacinto Bejarano y algunos de sus parientes y coaligados; pero al fin de tan largo tiempo, ha tenido la dulce satisfacción de fallecer después de haber vencido en juicio a la multitud de émulos que se le conjuraron.