En los últimos días del mes de Marzo de 1899. Impulsados por verdadero patriotismo los Srs. Pedro G. Córdova, Ignacio Casimiro Roca, Horacio Moral, Víctor Emilio Estrada, fueron a la casa del Sr. General Eloy Alfaro, Presidente de la Republica, para obtener del que no se llevara a cabo una contribución de guerra decretada ya, manifestándole la pasividad de que si el Gobierno daba en garantía una renta saneada, aquella contribución podía reemplazarse por un préstamo voluntario; medio más práctico para asegurar la paz que el de violentar los ánimos con las tropelías inherentes a los empréstitos impuestos.
Y como la insidia política se insinúa ya con las usuales formulas, cuando lo eligieron Presidente del un grupo de notables, convocado por disposición del gobierno, “Para absolver una consulta sobre la negociación de las Islas Galápagos”, transmite su respuesta y la del grupo, unanimente.