El profesor farmacéutico Pedro Causino y Mar estaba entonces 1780 encargado de la botica del hospital y, deseando independizarse, remátala botica. De inmediato pidió permiso al cabildo, aunque no presento titulo formal. Se le dio la autorización “por la necesidad de operarios que no los hay al presente”. A la botica de Causino se le encontró muy bien instalada con “cantidad de medicamentos que habían llegado de la ciudad de Lima.