Carvallo Castillo Ignacio

Nació en Guayaquil en 1937. Bachiller del colegio Nacional Vicente Rocafuerte y titulado Profesor de Enseñanza Secundaria por la Universidad de Guayaquil. En el país pertenece a instituciones como el ateneo ecuatoriano de Quito, el Patronato Municipal de cultura y bellas Artes de Guayaquil, y secretario del instituto de cultura Hispánica es profesor de Literatura y castellano en el colegio nacional Aguirre Abad de su ciudad natal. Ha sido premiado por diez ocasiones en certámenes literarios desde 1954. Destacándose el primer premio de Poesía en el Primer festival de las Artes, Universidad de Guayaquil, 1962, y el premio Medardo Ángel Silva, por ser el escritor joven de mayor aporte cultural durante 1964, y tercer premio nacional en el concurso de poesía Ismael Pérez  Pazmiño, en 1965.

Ha publicado poesía y prosa en órganos nacionales como revista de la casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo del Guayas; Cuentos Ecuatorianos, Quito; espirales poéticas, Guayaquil; revista del grupo cultural casia, Guayaquil; Letras del Ecuador, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito; (r. Pesantez Rodas) Ateneo Ecuatoriano, Quito; Niziah, Quito; Equinoccio, Guayaquil, etc.

En Agosto de 1965, la fundación Calouste Gulbenkian de Portugal, le concedió una beca de estudios de especialización en Literatura para las universidades Portuguesas con la seguridad de que se extiendan los estudios a Paris. En el extranjero ha estudiado a las letras nacionales en Revista Interamericana de Bibliografía y diccionario de Literatura Latinoamericana (Unión panamericana Washington); Cuadernos Hispanoamericanos (La nueva Poesía Ecuatoriana) Madrid; testimonio (la actual poesía ecuatoriana) Sto. Domingo, Rep. Dominicana; II Corriere literario Latino (Nuevos poemas Ecuatorianos) Roma; Vértice, Caracas; Quadrante, Lisboa; Caracola, Málaga, Etc. Ha traducido del portugués y el italiano. Recientemente: Una temporada en el Infierno y las Iluminaciones de Rimbaud, a base del texto. Ajeno al contacto personal, vive aislado de grupos y no se preocupa por editar sus obras.