Carrión Valdivieso José Miguel.

1845 (Revolución del 6 de Marzo).

Concluída la guerra el Gobierno Provisorio dio un decreto convocando una Convención que se reunió en la ciudad de Cuenca el 3 de Octubre de 1845 y nombró de Presidente al Dr. Pablo Merino y de Vice-Presidente al obispo Dr. Carrión.

José Miguel Carrión y Valdivieso, hijo del Maestre de Campo y Alcalde de Loja don Baltazar Carrión Aguirre y de Doña Ignacia de Valdivieso y de la Carrera nace en Loja el 17 de Diciembre de 1782. De grandes talentos. Buen latinista. Doctor en Cánones y en Derecho civil. Rector del Seminario de San Luis y de la Universidad de Quito. Al proclamar Cuenca su Independencia, es elegido Miembro de la Junta Suprema que los patriotas organizan. Es perseguido por los realistas. Diputado por la Provincia de Loja al Congreso de la Gran Colombia, reunido en 1826. Cuando el Perú invade el Ecuador en 1829 es acusado, en junta de su hermano don Manuel, Gobernador entonces de Loja, de haber prestado auxilios a las tropas de La Mar; pero se vindica de esas acusaciones. Como Diputado en la Legislatura de 1833, se opone tenazmente a que se otorguen al Gobierno las facultades extraordinarias, pero, al ser concedidas éstas, se separa del Congreso. En 1839, el Congreso le nombra Obispo Auxiliar de Quito. En esta ocasión, el Presidente Juan José FLores trata de congraciarse con Monseñor Carrión al dirigir una comunicación a la Legislatura pidiendo el nombramiento de Obispo para Carrión. Desde muy jóven hace sus estudios religiosos. Se le confiere el Diaconado en 1805. El Obispo Cuero lo ordena Sacerdote en 1806. Al año siguiente se lo designa Canónigo del Coro de Cuenca, cuando sólo cuenta con veinticinco años de edad. A la muerte del Obispo Monseñor Cortázar se lo nombra Vicario Capitular.

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Arcediano de la Catedral de Quito. En 1842, es consagrado como Obispo titular de Botrén y Auxiliar del de Quito. Habiendo concurrido a muchas Legislaturas, ya como Senador o Diputado por Loja, Pichincha o Azuay, en todas ellas se eleva su voz imparcial, llena de energía y sin temor, para defender ardorosamente las doctrinas de la religión y los intereses y derechos de la Iglesia. Si públicamente se preocupara por cuanto se relaciona con la Religión, es lógico que en privado proceda en igual forma. El año de 1843 le recuerda a Solano que Monseñor Carrión y Valdivieso es el único prelado ecuatoriano que se niegue a jurar la Constitución dictada por la Convención Nacional de esa época, en que se admite la tolerancia de culto, que Fray Vicente la combate con tenacidad. En 1845 al proceder el Cabildo Eclesiástico a elegir el reemplazo del Dr. Vintimilla, la votación se empata entre los doctores Tomás Toral y José Miguel Carrión.