La situación de Novoa y su Gobierno no podía ser mas critica. Tenía a sus órdenes un escuadrón de caballería de la milicia de Taura, pocos Soldados veteranos de infantería y el Batallón Reserva compuesto de los artesanos de la ciudad, partidarios entusiastas de Elizalde, quienes por lo mismo no inspiraban confianza. Así fue que desde el principio empezaron a pasarse. La entrada de Elizalde a Guayaquil era cosa indudable, para evitarla le envió Novoa a los Sres. Dr. Ramón Elizalde nombro por su parte de comisionados a los Sres. General Illingworth Domingo Santisteban, J.J. Carbo y Juan Avilés. Reunidos unos y otros en la florida el 27 de julio celebraron un convenio.