Cacuango Dolores

Dolores Cacuango, nació en 1912, en el latifundio de San Pablo-Urco en Santo Domingo de Cayambe, provincia de Pichincha.

Mujer indígena, símbolo de la lucha heroica de los pueblos de su raza. Pertenece a la generación de mujeres indígenas como Manuela León y Ana María Huacho.

Su figura pertenece a la historia nacional. A la historia de las luchas que el pueblo indígena librera contra el poder feudal del presente siglo.

Se casó con Luis Catucuamba y tuvo nueve hijos de los cuales sobrevivió su primogénito llamado Luis, quien años más tarde sería educador de juventudes en su pueblo natal.

Figura mayor es Dolores Cacuango, junto con Jesús Gualavisí y Ambrosio Lasso, del movimiento indígena del país Jesús Gualavisí, organizador del primer sindicato campesino de Cayambesd, participó en la fundación del partido Socialista Ecuatoriano el 26 de mayo de 1926.

En la insurrección popular y militar del 28 de mayo de 1944, encabezó, esta mujer con rostro de baroo y corazón guerrero, el asalto al cuartel de carabineros de Cayambe. Luego asistió al congreso de la confederación de trabajadores de América Latina reunido en Cali-Colombia, representando al sindicalismo del país.

En julio de 1944 la vemos a Dolores Cacuango en la fundación de la confederación de Trabajadores del Ecuador.

En 1946 su personalidad se destaca al ocupar la presidencia de la Federación Ecuatoriana de Indios.

En Cayambe impulsó la creación y el desarrollo de las primeras escuelas campesinas Bilingües.

Dolores Cacuango, militante marxista, falleció en abril de 1971.

Mujer ejemplar, representa el coraje, la inteligencia y la potencialidad revolucionaria de su estirpe indígena.

Durante su vida libró duros combates, junto a sus hermanos Huasipungueros, contra el latifundismo, el poder clerical y el concertaje, lacra del sistema feudal.

De Dolores Cacuango nos queda su bandera y su esfinge de “arrugas profundas, formando laberinto, en la oscura superficie de la frente y en la hosquedad de las mejillas: elocuentes, perecen decir con grito largo y ululante, el punzante dolor de un pueblo de un pueblo y de una raza”.

Su rostro se encuentra en el monumento de la mitad del mundo, junto al de Floresmilo Romero, alta figura del movimiento obrero nacional. Y sobre todo forma parte del Mural del Parlamento Nacional, realizado por el pintor Oswaldo Guayasamin.