Amores Jiménez Fernando

Fernando Amores Jiménez nació en Sevilla – España, el 22 de marzo de 1922, en un antiguo barrio de la capital andaluza. Provino de una numerosa familia de honda raíz cristiana, en la que varios de sus miembros ejercieron el sacerdocio. Se graduó de Bachiller con los jesuitas; estudió Medicina durante tres años. Ingresó a la Compañía de Jesús el 23 de octubre/1941 e hizo sus votos sacerdotales el 14 de octubre/1943. Allí aprendió latín, Griego y Humanidades Clásicas. Estudió Filosofía en Madrid. Llegó al Ecuador muy joven y ejerció el Magisterio en el Colegio San Gabriel de Quito a comienzo de 1950. Viaja a España y estudia Teología entre los años 1951/55 en Granada. Allí se ordena de sacerdote el 15 de julio del año 1954. Regresa al Ecuador en 1956 destinado al colegio Javier de Guayaquil, como profesor de Religión y castellano y encargado de la construcción del nuevo Colegio. Se destaca, allí, la huella de su esfuerzo. En el Javier estuvo hasta 1961 y ejerció como Superior en la residencia San José y de operario en la iglesia. Su capacidad para las finanzas lo hacen merecedor de altas responsabilidades en su Orden tanto en Guayaquil, luego en Quito y después en Manta. La Congregación de Hijas de María y la de Caballeros de la Inmaculada, con mucha influencia en Guayaquil, reavivaron su acción con el impulso del Padre Fernando. Es entonces cuando comienza a inquietarse por la necesidad de tener una comunicación amplia y directa con el pueblo. Tiene la certidumbre que la Radio primero y la Televisión, después. Fue en el año 1959. En uno de esos día y cuando aún no contaba con su pequeño automóvil o su motoneta, había subido a un omnibús urbano con destino a cumplir una de sus actividades habituales, tuvo la súbita idea, casi una inspiración de preguntar directamente a los pasajeros que iban con él, cuál era la Emisora más sintonizada. Su pregunta tenía que ver con la necesidad de que los programas de difusión religiosa que proyectaba, lleguen con eficacia a sus destinatarios. Y el resultado de su improvisada encuesta, tuvo una respuesta unánime, unísona y abrumadora: “RADIO CRISTAL”. 

Enseguida, el contacto con el director cristalino Armando Romero. Un intercambio amable y protocolario al principio. Allí surgió el primero espacio de Fernando Amores en la Radio del Pueblo: “Habla el Padre Fernando”. Se lo transmitió dos veces a la semana a las 07h30 con inmediata y caudalosa aceptación. La fuerza de Radio Cristal y el carisma del Padre Amores lograron un gran triunfo para la programación radial.
En 1964 fue trasladado a Manta, donde desarrolló una labor calificada de magistral e inolvidable por sus beneficiarios, fue Superior – Párroco de la Merced y director de la Escuela Pierregrosse. Construyó un nuevo templo, hizo radiodifusión y fue pionero de la televisión manabita. Sin embargo, gracias a su dinamismo crea los espacios “Momentos de Vida” y “El día del Señor”, éste último clásico en la Radio guayaquileña. Se lo difundió hasta el día de su muerte en RADIO CRISTAL a las 07h30 los domingos, con amplísima sintonía.

En los días de guardar de la Iglesia Católica, como el Viernes Santo, realizaba programas musicales y de divulgación cristiana, sobre todo el Sermón de las Siete Palabras, en los que hizo evidente su devoción y formación doctrinaria.

Al conocerse de su fallecimiento radio Cristal fue el primer medio en dar a conocer a la ciudadanía la dolorosa noticia, murió a las 4 de la madrugada del domingo 7 de mayo/1989 – precisamente – Día de los Medios de Comunicación Social. Sevilla, la tierra que lo vio nacer, abriga para siempre sus despojos. Tuvo voz agradable pero siempre fue un ortodoxo sin imaginación.