En 1857 el Congreso de aquel año, ofendía al Ecuador, porque a Flores expulsó de su seno: el Gobierno ecuatoriano, por medio de su Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Mata, probó al de Venezuela que no eran fundadas sus ofensas, pues Flores había sido traidor, atrevido, imprudente, desnaturalizado como el más detestable forajido. Entonces Venezuela tuvo por conveniente enviar a Quito al Cnel. Andrés María Álvarez, para que, como encargado de negocios, pidiese al Ecuador restituyeran a Flores bienes que se suponían embargados. Con este objeto tuvieron una conferencia los dos comisionados al 10 de Diciembre de 1857. Defendió Álvarez a Flores, siguiese una protesta de aquel y una impugnación de Mata, pero el resultado fue que la reclamación no fue acogida y Venezuela y el Ecuador quedaron de buenos amigos. Como el Sr. Cavero andaba en busca de pretextos para que el Perú rompiese con la Nación Ecuatoriana, halló uno y muy satisfactorio en las palabras del Sr. Mata, concernientes al Perú, en la susodicha conferencia. El 19 de Febrero de 1858 reclamó Cavero por aquellas frases, en nota diplomática, la que fue contestada triunfalmente por Mata, el 14 de Marzo siguiente: Cavero decía que había ultraje al Perú en la frase recelosos los Estados Colombianos de esta sórdida y menguada protección peruana, y Mata respondía que Flores, para la invasión de 1852, obtuvo el auxilio del Gobierno del General Echanique, y que este auxilio fue sórdido y menguado, no el de Perú, porque él no lo prestó.