Albán Francisco

El maestro Albán se llamó Francisco. Poco antes de la salida de los Jesuitas de Quito en 1767; Francisco Albán pintó la serie de lienzos, que desarrollan los temas de los ejercicios de San Ignacio y que se conservan hoy en la capilla adjunta al convento mercedario del Tejar.

De las obras de este artista, que fueron llevadas por los Jesuitas desterrados, conocimos una, que lleva la inscripción siguiente: “Aparición de nuestra Señora de Aránzazu por Francisco Albán 1747 Tacunga”. Con Francisco colaboró su hermano Vicente en la serie de lienzos de la vida de San Pedro Nolasco, que se exhibe en los claustros mercedarios del Tejar.