Aguirre y Anzoátegui José Tomás

Nació en Guayaquil el 22 de diciembre de 1803. Fue bautizado el 24 del mismo mes y año en la Iglesia Matriz de la ciudad por Fray Manuel Páez. Fue hijo legítimo de don Manuel de Aguirre y doña Francisca Anzoátegui; tuvo como padrinos a don José de la Peña y a doña Josefa Barragán, siendo Rector de esta Iglesia el Dr. Don Ignacio Cortázar y Lavayen.

A la edad de trece años ingresó en el Semanario Conciliar, fundado por el Dr. Cortázar y Lavayen siendo ya Obispo V de Cuenca. Viajó a Lima para consultar con el eminente sacerdote Arrieta con el tiempo Arzobispo acerca de su vocación. Habiendo recibido respuesta afirmativa, regresó a Guayaquil para continuar sus estudios de Teología, recibiendo en Quito en 1830 la investidura de doctor en esta facultad. Por disposición de sus directores viajó de nuevo a Lima con el objeto de recibir las sagradas órdenes lo que se efectuó en Lurín, cerca de Lima, el día 23 de diciembre de 1831.

Al regresar a Guayaquil continuó ejerciendo el cargo de profesor de Filosofía en el Seminario, en cuya Cátedra servía desde 1821. Después de un Concurso sustentado en Cuenca, obtuvo el cargo de Sacristán Mayor de Guayaquil, en 1832.

Establecida la Diócesis de Guayaquil, Mons. Garaicoa le nombró Canónigo Prebendado Mayor de la Catedral el 13 de Mayo de 1839. Luego, por renuncia del Canónigo Racines, ganó el concurso de la Canonjía Teologal, cuya silla tomó en posesión el 28 de Junio de 1848.

Ocupado en sus faenas de Rector del Seminario se encontraba cuando fue preconizado por su santidad Pío IX en el consistorio Secreto del 22 de Julio de 1861. Le consagró en Lima el Arzobispo Ilmo. Sr. Dr. Sebastián de Goyeneche el 3 de Noviembre de 1861. Monseñor Aguirre que, elegido por el pueblo asistió como Diputado a la convención de 1850 en cuyo desempeño contribuyó poderosamente a la creación de las Universidades de Guayaquil y Cuenca, fue Rector de la primera que se estableció en Guayaquil en el Seminario Conciliar.

Pío IX le nombró Prelado Asistente al Solio Pontificio en 1864. Viajó a Roma en 1866, hospedándose en el Hotel Minerva, donde tuvo el alto honor y dicha de recibir la visita del Soberano Pontífice que tanto amó a la República del Ecuador.

ALGUNOS ACTOS DE SU GOBIERNO 
Nombró dignidad Maestrescuela de la S. I. Catedral, Provisor y Vicario General a Monseñor Luis de Tola, quien ejerció estos dos cargos últimos durante todo el Episcopado de Monseñor Aguirre.

Asistió al Primer Concilio Provincial Quitense, celebrado del 24 de Mayo al 19 de Julio de 1863 cuyas decisiones fueron aprobadas por la Santa Sede el 21 de Diciembre de 1865.

EL PRIMER OBISPO AUXILIAR DE GUAYAQUIL 
A principios de 1863 Mons. Aguirre pidió al Santo Padre le concediera como Obispo Auxiliar a Monseñor Luis de Tola. El Santo Padre aceptó bondadosamente la petición de Mons. Aguirre, y este tuvo la dicha de consagrar a Monseñor Tola, como Obispo Titular de Berissa y Auxiliar de Guayaquil el 15 de noviembre de 1863, en la Catedral de esta ciudad, a quien para el mejor gobierno de la Diócesis le delega las facultadas “Solitas”, el 10 de Octubre de 1864.

Mons. Aguirre tuvo la oportunidad de consagrar a Mons. Juan Manuel García, Obispo de Pasto, en la Catedral de Guayaquil, el 11 de noviembre de 1866.

SÍNODO PRIMERO GUAYAQUILENSE 
Mons. Aguirre celebró este sínodo en los días 14, 18 y 24 de Junio de 1867, cuyos decretos fueron muy beneficiosos para la vida espiritual y moral de la Diócesis. En él se publicaron y promulgaron las decisiones y decretos del I concilio Provincial Quitense.

PRELUDIOS DE SU MUERTE 
Hallándose Mons. Aguirre, a su parecer, en el caso previsto en el Art. 28 de las “Sólitas”, comunica a Mons. Tola facultades extraordinarias para que haga uso de ellas, llegado que sea el caso de su  fallecimiento, y para que lo subroguen los reverendísimos señores Carlos Marriot, Doctoral y Pedro Pinto, Penitenciario, para que puedan ejercerlas en defecto de Monseñor Tola, el 11 de Mayo de 1868. Monseñor Aguirre falleció el 14 de Mayo de 1868, a las 7 y 45 de la noche.

El Canónigo José María Navarro y Jijón escribe así de la personalidad de este egregio Obispo Guayaquileño: “Bajo el solio fue un varón apostólico. Jamás pobre alguno tocó su puerta, sin recibir de su mano un socorro; él empleo todas sus rentas en bien de las iglesias de su Diócesis algunas de las cuales levantó desde sus cimientos”.

“El doctor José Tomás de Aguirre ha dejado su nombre célebre, por la austeridad de su vida, por sus profundos conocimientos como teólogo y canonista, por su vida consagrada a la educación de la juventud y el tino con que supo manejar la Diócesis de Guayaquil. Su memoria permanecerá en su ciudad natal, adornada con la doble aureola de la virtud y de la ciencia”.

UN HECHO MEMORABLE DE MONSEÑOR AGUIRRE 
El año de 1866 hizo un viaje a Roma, y en esta ciudad tuvo la honra de recibir la visita del Soberano Pontífice en el Hotel Minerva donde se hallaba hospedado. “Esta es la vez primera que yo vengo aquí, dijo Pío IX, porque es la primera vez que usted viene a Roma”. La noticia de esta visita llamó la atención no sólo en la ciudad de Roma, sino también en toda Italia y en todo el mundo Cristiano. El Clero de Guayaquil envió una carta al Santo Padre, manifestándole respetuosamente su reconocimiento por la honra recibida  para toda la Diócesis en la persona de su Pastor, y el Papa contestó en términos paternales y afectuosos, haciendo tales elogios del Prelado Guayaquileño que le honraba con la misma visita.

Con motivo de estar celebrando nuestra ciudad los 150 años de erección de la Diócesis de Guayaquil y en virtud a estarse efectuando diversos actos conmemorativos a esta magna fecha, hemos creído conveniente la presentación de los que fueron primeros obispos del puerto principal desde 1838 y los arzobispos de Guayaquil desde su elevación a Sede Metropolitana en 1956.

Mons. José Tomás de Aguirre y Anzoátegui (1861 – 1868), nació en Guayaquil el 22 de diciembre de 1803. Hijo legítimo de Manuel de Aguirre y Francisca Anzoátegui.

A la edad de 13 años ingresó al seminario conciliar, fumando por el doctor Cortázar y Lavayen. Viajó a Lima para consultar con el eminente sacerdote Arrieta, con el tiempo arzobispo, acerca de su vocación. Habiendo recibido respuesta afirmativa, regresó a Guayaquil para continuar sus estudios de Teología, recibiendo en Quito en 1830, la investidura de doctor en esa facultad. Por disposición de sus directores viajó de nuevo a Lima con el objeto de recibir las Sagradas órdenes, lo que se efectuó en Lurín, cerca de Lima, el 23 de Diciembre de 1831.

REGRESÓ A GUAYAQUIL 
Al regresar a Guayaquil continuó ejerciendo el cargo de profesor de Filosofía en el seminario, en cuya cátedra servía desde 1821. Después de un concurso sustentado en Cuenca, obtuvo el cargo de Sacristán Mayor de Guayaquil, en 1832.

Establecida la Diócesis de Guayaquil, Mons. Garaicoa lo nombró Canónigo Prebendado Mayor de la Catedral el 13 de Mayo de 1839. Luego por renuncia del Canónigo Racines, ganó el concurso de la Canongía Teologal, cuya silla tomó en posesión el 28 de Junio de 1848.

PRECONIZADO POR SU SANTIDAD 
Se encontraba ocupado en sus faenas de rector del seminario, cuando fue preconizado por su Santidad Pío IX en el Consistorio secreto el 22 de Julio de 1861. Lo consagró en Lima el arzobispo, el 3 de Noviembre de 1861. 

En 1865 con motivo de la orden de fusilamiento del Dr. Santiago Viola, dictado por García Moreno. El Ilmo. Aguirre llegó a hablarle, con Vehemencia: “Usted será responsable ante Dios, por la sangre que va a derramar a pesar de la constitución y la ley”, le dijo. “No caerá sobre mi esa sangre, sino sobre los que, pudiendo, no han evitado estos sucesos”, respondió el tirano. Atribuía al Sr. Aguirre complicidad en la conspiración, pues sabía que le aborrecía el obispo. Como éste insistiese, el déspota ordenó discutiese con él Jesuita P. Franco, quien se acercó al obispo, y le dijo humildemente: “El miembro en gangrenado debe cortarse, Ilmo. señor”. Publicóse por la imprenta que un Jesuita, probablemente este mismo, quien era confesor del tirano, exigió con instancia el fusilamiento del Dr. Viola.

Diputado por el Guayas, que había de llegar a Obispo de la diócesis en tiempo de García Moreno. Segundo Obispo de Guayaquil.- Guayaquileño nacido en 1803. En 1831 recibió ordenación sacerdotal. Canónigo Ptebend-do Mayor de la Catedral y Rector del Seminario de Guayaquil. Pío IX lo nombró segundo Obispo de Guayaquil el 22 de Julio de 1861. Por Monseñor Medina solamente sabemos que fue confesor de Narcisa, posiblemente en el tiempo que ejercía el rectorado del seminario Guayaquileño. Fue un varón apostólico. Jamás pobre alguno tocó su puerta sin recibir de su mano un socorro…Célebre por la autoridad de su vida, por sus profundos conocimientos como Teólogo y Canonista por su vida consagrada a la educación de la juventud, y por el tino con que supo manejar la Diócesis de Guayaquil. Murió en Guayaquil el día 14 de Mayo de 1868.