Poeta contemporáneo Ecuatoriano, nacido en Ambato, en 1923 uno de sus primeros libros es “Ecuador Amargo”, al que han seguido después “Los Cuadernos de la Tierra” (1952), “Carta para Alejandra” (1954) y su última colección es de 1954, “Poemas del Hijo Pródigo”. Poeta cosmopolita a la vez que íntimo, intimidad que lo lleva al sentimiento del mar, visión mitológica del Océano, expresada con imágenes deslumbradoras.
Su padre origen Libanés se estableció en el Ecuador dedicándose en otras actividades, a las literarias los estudios, hasta los secundarios, debieron transcurrir sin ningún rasgo de interés, joven viaja a Chile donde desempeño la secretaria privada de Pablo Neruda. A la sombra de este poeta, nació y creció más que su interés a la poesía, su amor a la política y se arrumba al comunismo militante.
Jamás ha renegado ni ocultado su filiación ideológica. No le tienta el afán lucrativo, ni claudica antes posiciones políticas.
Contadas fueron sus actividades públicas: ocupó la dirección del departamento de la Editorial de la Casa de la Cultura de Quito. Dice Alejandro Carrión, al respecto, que aquí “Hizo derroche de exquisito gusto editorial y desenvolvió su poderosa aptitud lírica”.
El resto de sus empleados han sido de carácter particular, excepto el de jefe de departamento de extensión Cultural del Ministerio de Educación Pública que lo desempeñó en el corto tiempo en que Carlos Julio Arosemena fue presidente del País y Gonzalo Abad Grijalva.
Ministro de Educación a quienes entre muchas cosas, tildárosles de apoyar tendencias e infiltraciones comunistas. Como poeta, indiscutiblemente está en la línea mayor de sus contemporáneos. Liviana y veladamente su primera etapa lírica, se ha tornado conceptual y ríspida en la actualidad. Su madurez ha llegado en muchas ocasiones al lindero del abstraccionismo.
Sus figuras sintéticas y cargadas de obscuridad le han convertido en un autor muy poco leído. La objetivación en su antítesis; prefiere la parquedad, a veces se contenta en contar episodios, sin importarle el revestimiento literario. Pero su mérito radica, en que sabe poner en sus versos un fondo de sutiliza, de verdad y amor, trilogía cabal para quien sabe que la poesía no es cuestión de palabras. En 1952 ganó el premio Nacional con su libro. “Los cuadernos de la Tierra” y años después concurrió al certamen auspiciado por Fidel Castro en Cuba, mereciendo el primer premio. Triunfó con el libro: “Dios trajo la sombra”, poemario histórico, más que literario.
La forma en que está escrito da mucho que desear, pues el versolibrismo ha descendido a una prosa ideal. Sin embargo hay que admirar en Adoum ese espíritu de individualización que le ha caracterizado, pues habiendo comenzado a la tutela de Neruda y seguido al Inglés T.S. Eliot, hoy forma sus poemas en la personal madurez de su experiencia. Sus publicaciones en poesía son las siguientes: “Ecuador de la Tierra ” Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1952. “Dios trajo la sombra”, la Habana 1960, “Carta para Alejandra, Quito, 1952”, “El dorado y la ocupaciones nocturnas” Quito 1961.