En 1838 cuando el Coronel Colombiano Joaquín Acosta estuvo aquí, en septiembre, tratando de comprar una goleta para enviarla al Gobernador de Panamá, aunque tenía un presupuesto total de 15 mil pesos, pretendía realizar la compra en 6 a 8 mil pesos, pero tenía dificultades, que él consideraba que provenía del Gobierno Ecuatoriano que contando con solo 2 goletas de 60 toneladas, no deseaba que Colombia aumentase su escuadra en el Pacífico.
Cuando consultó con Illingworth, sin embargo, éste le sugirió que mejor era construir un nuevo buque que adaptar un mercante, que requería serenarse cada 6 a 8 años. Hasta que llegó a aconsejar que lo fabricase en los Estados Unidos, como 2 Guayaquileños que se encontraban en esos momentos en Baltimore, construyendo un Buque. Luzarraga fue quien lo había interesado originalmente, ofreciendo buscar un constructor que ejecutaría la obra por los 15 mil pesos, en el plazo de 6 meses, y le pedía entregar la mitad del valor adelantado.