260. El Rodar Ruidoso Del Poeta Molestina

Y   al son  vibrante  del   rodar   ruidoso y  entre  las  sombras de la noche en calma, alegre siento el divinal reposo.

(Tomado de «Manojo de Siemprevivas» por Juan Eusebio Molestina Matheus, 1916)

Jamás ha existido en Guayaquil poeta tan discutido como Juan Eusebio Molestina Matheus. Aclamado por unos y despreciado por otros, la crítica tampoco pudo ponerse de acuerdo y mientras altos talentos de la categoría de Luis Cordero le hicieron víctima de sus burlas, otros, como Alfredo Baquerizo Moreno le declararon valor en las letras ecuatorianas.

Su imaginación era tan galana que bastaba el solo hecho de subir a un «Carro urbano, carro imperial» de aquellos quesemovían sobre rieles, tirados por mulas, para componer unos versos de corte clásico, dignos de los buenos tiempos de la poesía.

EN UN CARRO DEL HIPODROMO

Era   una   tarde   bella   y   hermosa

de    luz    radiosa, de encantos mil;

tras   las   montañas el Sol se  hundía

la    luz   huía, fugaz, sutil.

Sobre    el     asiento    grato   y   galano, 

de    un   carro   urbano, carro   imperial,

mi       ser      garboso      se     recostaba

 y allí gozaba, sin ser fatal.

Es de admirar su fluidez de los versos, no exenta de una natural candorosidad.

¿LAS FLORES SE AMAN?

Qué   lindas   están las flores

de este espacioso jardín, 

las  diamelas y   el   jazmín

exhalan ricos olores…

Ama   el   jazmín   a   la   rosa.

La     diamela    al    alelí

y   también   la   flor   de   lis

por la delia está celosa.

Romántico por temperamento, fue muy dado a la poesía amatoria pero alcanzó singular renombre merced a sus composiciones festivas, que hicieron las delicias de sus contemporáneos. Aquí va una:

¿SERA ESO?

Esa      gacela      y        hermosa           

que en   la reunión demuestra simpatía.

Es Gregoria, SOBRINA   DE   SU TÍA,

que como el Sol deslumbra esplendorosa.

Hoy   coronada   con   clavel   y   rosa

ostenta   en    el   salón   suma   alegría

pues   que   celebra   de   su   santo el día

tan   pura   y   celestial como una diosa

Y ese color que a su semblante altera

que al verlo alegremente el convidado

hasta besarlo con amor quisiera.

Yo, me imagino, pues, que se lo ha dado

la    espumosa    cerveza    de    primera

que ahora con afán ha saboreado.

También se ríe de los jóvenes de su época:

BROCHAZOS

Ciertos zambos jactanciosos

malcriados    y    pesimistas,

cual los condes son prosistas

y en extremo fastidiosos.

-Y    aquel    que    mira,     

tan         noble       andar

gracioso dice ¡La mar! ¡La mar¡

Pues estos mozos en Guayaquil

Son tan esbeltos cual flor gentil

¡Qué sinvergüenzas! ¡Qué majaderos!

son estos zambos tan caballeros

En la iglesia, en los hoteles,  

en las plazas, en las calles,

demuestran meneones talles

estos míseros donceles.

-Y aquel que mira                  

tan noble andar              

sonriente dice ¡La mar! ¡La mar!              

pues estos mozos de Guayaquil                    

 son tan erguidos cual flor de abril                 

¡Qué sinvergüenzas! ¡Qué majaderos!

son estos zambos tan caballeros.

En otra ocasión estaba al vate tranquilamente en su ventana cuando un episodio callejero le hace tomar la pluma y escribir.

EPISODIO CARNAVALESCO

En la ventana del hogar del frente          

yo vi a una joven de sin par belleza      

que seductora y llena de presteza          

llamó a Fulgencio que pasaba un puente.

Oye el mancebo y llega prontamente

cerca, muy cerca de la fiel Teresa,         

mas, la joven arroja en su cabeza        

agua sucia en extremo pestilente.

¡Infame! dice el mancebo desgraciado

¿Por qué tu amor mi corazón no abrasa?

¿Ay? Será porque sabe que te he dado

sin compasión, tamaña calabaza.

Bajó la frente al verse así mojado             

Y lleno de rubor se fue a su casa.

Y no solo como poeta brilló en sociedad, fue también dramaturgo y de mucho éxito. Algunos de los títulos de sus obras de teatro copio a continuación: «El Hijo de la Duquesa», melodrama estrenado en el antiguo Olmedo con música de Federico Pérez de Antepara; Dramas: Eufemia la Costurera, El hijo del proscrito. Dos rosas blancas. Las penas del trovador. El poeta y la coqueta. El conde y el marqués. Espinas y abrojos y Guirnaldas de amor.

Entre sus obras poéticas se pueden citar las siguientes: Acordes de mi Lira, Cantos Primaverales, Lirios y Azucenas y Manojo de Siemprevivas que dedicó a su querida Patria, con la siguiente advertencia al lector, que transcribo textualmente: «Como tengo muchos enemigos, unos por cuestiones políticas y otros por envidia o maledicencia; hago presente que mi mejor juez es el público que lee mis producciones. Nota: No hacer caso de la crítica».

En otra ocasión no trepidó en imitar a Olmedo, alabando al General Alfaro, ídolo suyo, con los siguientes versos: 

¿Quién es aquel que heroicidad derrama

en estos tiempos de infortunio y duelo?

¿Cuál ese paladín que da consuelo          

al pueblo liberal que tanto le ama?.

Ese bravo adalid que el pueblo aclama   

con hondo ardor, con delirante anhelo

¡Bahl Es un semidiós que guarda el cielo

un héroe varonil que Alfaro llama.

Pero su musa no sólo cantaba a semidioses sino también a seres humanos de carne y hueso, amigos de él, personas allegadas a su familia y hasta jóvenes virtuosos. Copio la dedicada a Pepito Venegas Ramos, en 1904, que dice así:

Ágil y alegre   vuela el jilguero siempre parlero por el rosal; así Pepito, vas por el mundo siempre jocundo, digno y social.

Llevas el alma sin sufrimientos firme en tu intento de ser feliz, como a tus padres amor concedes jamás tu puedes ser infeliz.

En los vergeles de la ventura con tu alma pura sabes vivir, sigues la senda     de bienandanzas donde se alcanza buen porvenir…

DATOS BIOGRAFICOS

Debido a la amable gentileza de su sobrino y antiguo amigo Eduardo Roca Molestina, he podido conseguir los siguientes datos biográficos del poeta que estudiamos:

Guayaquileño, hijo de José María Molestina y Roca y de Amelia Matheus Miró, fue casado con Amelia Caamaño y Villegas de quien no tuvo sucesión. Anotando al paso que he encontrado una poesía muy hermosa dedicada a una hija extramatrimonial.

Fue contador como todos los de su familia, trabajó largos años en el Banco Comercial y Agrícola de donde pasó como Ayudante Primero a las Aduanas en 1.895 y gracias a la influencia de Alfaro permaneció en ese cargo hasta 1.917 llevando los libros de entrada y salida de los pedimentos y la separación de sus funciones le afectó enormemente, falleciendo al poco tiempo.

Demás está indicar que nadie era más popular en la Aduana que nuestro gentil poeta Molestina y que a pesar de los años transcurridos, su fama, en vez de menguar, sigue muy en alto en el recuerdo de los guayaquileños que gustan del pasado.