Noboa Arizaga Enrique


Valores estéticos de la Poesía—Paginas de Cultura 1 Junio de 1949.
Discurso pronunciado en la inauguración del nuevo edificio para la Facultad de Jurisprudencia y Ciencia les – Anales de la Universidad de Cuenca XII- núm. 1-2 enero-junio de 1956.

Noboa Arizaga Enrique (1921)
Pertenece a la generación “Madrugada”, hombre dedicado de lleno a su misión de poeta; escribe desde la juventud. Abogado, miembro de número de representativas instituciones culturales. Nació en cañar, el 22 de enero de 1921.
Su canto esta imbuido de la presencia del mar; producción extraída de la vida misma, pletórica de sentimiento y de musicalidad. Alto reglón de la inteligencia, su misión no solo se circunscribe a escribir; alienta, con la frase oportuna y la observación sana, a quienes van formando las nuevas generaciones literarias y que tienen oportunidad de estar junto a su presencia afable, sin petulancias, surtidora de la frase anecdótica, sincera. Rubén Astudillo y A. en artículo publicado en el Suplemento Dominical del Diario “El Universo” de Guayaquil, en parte, anota: “Poeta que hace honor a Madrugada y Elan –dos Grupos que, a su vez hacen honor a la poesía Nacional “exportable”-, Enrique Noboa Arizaga, con su quehacer diario apasionado, está realizando un trabajo de salvación para la poesía de su generación, silenciada desde hace algún tiempo… desde hace algún tiempo viviendo de los viejos laureles iniciales. Cuanto sería de desear que ese ejercicio vital y cotidiano que es Noboa Arizaga la responsabilidad poética, contagie y vuelva a hacerse carne en sus compañeros de generación… Saludamos en Enrique Noboa Arizaga a uno de los dos más grandes poetas del Soneto en el Ecuador”.
Este que veis aquí: hombre y poeta, dueño de un ancho mar y una goleta para surcar las aguas del olvido; este soy yo, cantor de la quimera, que afincara su playa y su palmera en los cuerpos yacentes que ha rendido.
Doctor en Jurisprudencia, conferenciante magistral. Vicepresidente Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Director de Cultura del Ministerio de Previsión Social y Trabajo Director Nacional del Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas (IECE), directivo de la Asociación Panamericana de Institutos de Crédito Educativo (APICE). 

Noboa Arizaga, Enrique. “El acuario y su signo” Yachay – Ñan. Azogues, (2): 57 – 59, 13 abr. 1978.  
Nació en el cantón Cañar, provincia del cañar, en el año de 1921. Ha realizado estudios en varios centros educativos del Ecuador, doctorándose en jurisprudencia y ciencias sociales en 1958 en las Universidades de Cuenca. Actualmente, radica en Quito desempeñando funciones inherentes a su profesión.
Enrique Noboa Arizaga es el sonetista del grupo. No el trabajador incansable de la rigidez formal, ni el cazador de palabras para la consonancia. Es el estilista del soneto. Y no precisamente porque haya escrito mucho en esta forma, sino rara virtud la imagen le es más precisa y fulgurante, cuando limita el vocablo, que cuando, se desborda. El endecasílabo y el alejandrino son manejados con técnica y musicalidad. Música en metáfora doble poesía. De ahí la cualidad suprema de ese poeta ecuatoriano robustecido a través del tiempo. Sus primeros sonetos son limpios y flexibles. Los últimos, los de sus laureadas e cosechas, mantienen esa limpidez, aunque la elaboración aparece más densa y ellos mas artificiales. Preferimos sus primeros donde tampoco asoma la consonancia en gerundio, que siempre hay que evitar.
Cuando el dolor de Hiroshima desgarro el alma; y los ojos del mundo lloraron, desde el azul paisajes de sus cerros se levanto su voz para entregar “cantos a Lidice”, poema inmensamente humano donde el hombre del Ecuador se identifica con el dolor universal. La dulzura de sus imágenes, el hilo armónico unitivo, se rompe en estos versos para flotar la imprecación dura  y la protesta. 
Enrique Noboa Arizaga tiene también la particularidad de haber sumergido su delirio de hombre cañarí en estrofas de acendrado amor a sus nativos lares. nadie como él en la provincia ha dicho en conjunción poética la historia y la belleza de sus campos: “ vieja arcilla morena de mezcla mitimae”. En su ala y profunda se tendieron los vientos y se aquietaron fecundos en el vientre de todas las mujeres.
Poeta del paisaje y del amor, a veces filosofa en ecuaciones liricas y no sabemos, entonces, que apreciar mas, si su poética ternura incomparable o su preocupación en éxtasis onírico. Ha enriquecido la bibliografía nacional con las siguientes obras: “Orbita de la pupila iluminada”, casa de la cultura, quito 1948. “Ámbito de amor eterno” casa de la cultura, Cuenca, 1949.
“Imágenes cautivas” casa de la cultura, núcleo de Manabí, Portoviejo, 1961. “Morada y perfil de la canción frutal”, editorial publitecnica, Quito, 1962. 
Es el poeta que más lauros ha conquistado en certámenes nacionales. Consignados los principales: Primer premio, Medalla de Oro, Juegos Florales de la Universidad Central del Ecuador, 1942. Primer premio, Medalla de Oro, concurso Iberoamericano de poesía, Montevideo, Uruguay 1952. Primer premio Violeta de oro, fiesta de la lira, cuenca 1948. Primer premio, Rosa de Oro y Brillante, festival Nacional de las Letras, Universidad de Guayaquil, 1958. Primer premio Capulí de Oro, Juegos Florales de la XII, Fiesta de las flores y las frutas. Ambato, 1963. Primer Premio, V concurso Nacional de poesía del diario El Universo, Guayaquil, 1963.