PINTOR. Nació en Quito hacia 1720 aproximadamente y fue hermano de Vicente Albán, también pintor. Poco se conoce acerca de sus primeros años y sobre su formación artística.
En 1742, cuando el Maestro Bernardo de Legarda se ocupó de la decoración y arreglo de la cúpula central del Sagrario, contó con la ayuda de Francisco Albán; quien, para entonces, figuraba como joven pintor. Igual con la del maestro decorador Cristóbal Gualoto y de sus ayudantes (oficiales) Pascual Gualoto, Manuel Pacheco, Francisco Padilla. Simón Campos y Manuel Espinosa. El 45 decoraron el tabernáculo del Altar Mayor de la Iglesia de la Compañía. Para 1747 Albán era un pintor acreditado y conocido en Quito, pues se conservan varios cuadros suyos de la serie que desarrolla los temas de los Ejercicios de San Ignacio en la Capilla adjunta al Convento mercedario del Tejar, y cuando los jesuitas fueron desterrados de América en 1767, llevaron consigo una pintura en cobre de Albán, denominada la “Aparición de Nuestra Señora de Aranzazu”, confeccionada veinte años atrás en Latacunga, que el padre José María
Vargas halló de casualidad en la Galería Windsor de Montevideo hacia 1960.
También se sabe que con la ayuda de su hermano Vicente realizó la serie de lienzos de la Vida de San Pedro Nolasco del claustro del Tejar que José Gabriel Navarro calificó de mediocres y atribuyó principalmente al quiteño Antonio Astudillo por ser obras de creación colectiva, en la que habían intervenido varios pintores.
Del Convento de la Recolección de la Merced es una Virgen de las Mercedes y en los altares de la Catedral existe una Sagrada Familia, ambas de Francisco Albán. El Padre Vargas manifestó que en la Casa de Ejercicios del Tejar existe una serie de lienzos que desarrollan los temas obligados de la predicación, de que se valían los jesuitas en el retiro anual del clero. Al pie de cada cuadro se consignan leyendas del ejercitante que costeó la pintura y allí figuran sucesivamente Nicolás Pacheco y Francisco Javier Saldaña en 1760, el Canónigo Gregorio Freire y José de Izquierdo en 1763, Gregorio Álvarez Verjuste y Cayetano Sánchez de Orellana en 1764; en La Merced y en Santo Domingo hay una serie de lienzos representando las vidas de sus respectivos Patriarcas, inspirados en la colección de grabados de los hermanos José Sebastián y Juan Bautista Klauber, de Augsburgo, con las imágenes cercadas por un marco caprichoso que integra la composición del cuadro, recreaciones exquisitas y minuciosas, verdaderas muestras de un neo manierismo.
Ignoro la fecha de su muerte y su descripción física.