AGUSTIN AGUIRRE MANUEL

POLITICO Y ESCRITOR. Nació en Loja el 12 de Julio de 1903. Hijo legítimo de Agustín Aguirre Aguirre, militar, Capitán en las campañas de Esmeraldas de 1913 al 14, fallecido el 15 en Loja, derribado de un caballo, y de Antonia Ríos, lojanos.

Estudió la primaria en la Escuela de los Hermanos Cristianos. A los doce años quedó huérfano. Su madre viuda se dedicó a las labores de mano para subsistir con sus hijos de dos matrimonios, los Jaramillo Ríos y Aguirre Ríos.

Entonces siguió la secundaria en el colegio “Bernardo Valdivieso” pero tuvo que interrumpir sus estudios para ayudar en los gastos de la casa y trabajaba por las tardes copiando libros y como aprendiz de sastre con uno de los hermanos Guerrero Varillas. Sus parientes a veces le proporcionaban esporádicas ocupaciones.

El profesor de literatura Clodoveo Jaramillo Alvarado tenía por costumbre ordenar poesías como deberes de casa y luego publicaba las que eran mejores a su criterio, en una revista estudiantil y bajo el subtítulo de “Los niños quieren escribir”. Por esa época existía un buen ambiente cultural en Loja. Carlos Manuel Espinosa importaba libros y los vendía al costo. “Yo leí el Capital de Marx a los diez y seis años en edición pluma, versión de Roses. Fue una lectura difícilpero tuve una tremenda revelación, me informé de todo. Nuevas lecturas profundizaron mis conocimientos políticos y tomé conciencia de la tragedia del hombre ecuatoriano”.

En 1921 se gradúo de Bachiller e inició estudios de Jurisprudencia en la Universidad de Loja. “El año 25 Pedro Víctor Falconí, los hermanos José Miguel y Alfredo Mora Reyes y yo organizamos una célula socialista que denominamos La Vanguardia. Nos reuníamos generalmente en casa de cualquiera de nosotros, discutíamos de política y sentíamos la pobreza y angustia del pueblo. El 26, el Comité Central de Quito presidido por Ricardo Paredes convocó el I Congreso Socialista. No pudimos viajar pero designamos representantes a Ángel Modesto Paredes y a Benjamín Ruiz Gómez. Ese año terminé el cuarto curso, vendí parte de mi Biblioteca y con ese dinero viajé a Guayaquil. El Jefe de Redacción del Diario El Universo era lojano amigo mío de apellido Ribera, me contrató de corrector nocturno de pruebas, pero como era muy delgado, las malas noches me hicieron daño y enfermé”.

Para reponer su salud regresó a Loja. El 28 se trasladó a Quito a hacer política y estudió los dos últimos años de su carrera en la Universidad Central. El 31 fue perseguido por la policía, regresó a Loja, preparó su tesis doctoral sobre “La Porción Conyugal”, se graduó de Abogado, contrajo matrimonio con Teresa Borrero Riofrío, que le acompañó solidariamente en sus luchas hasta su fallecimiento en 1978 a causa de un cáncer a los pulmones.

Ese año de 1931 apareció publicado su libro “Poemas Automáticos” en 69 páginas, en la imprenta Gutemberg de Guayaquil, a donde los había llevado su amigo Clotario Maldonado Paz, clasificados de hai kai japoneses por su cortedad, pero al mismo tiempo de gran fuerza de imágenes. // El viento se desespera / amarrado, amarrado a los árboles / se pica el patio de puntitos negros / como un papel // Cantos metafóricos de un dolor recóndito traducido en ternura.

Poemas ingenuos con notas líricas muy altas de inigualable pureza. “Versos de arte menor tratados con finura, de lo mejor que se haya hecho en nuestra literatura”, porque contienen metáforas de tenso lirismo, cantos a las cosas y a los seres más humildes. Allí está recogida su primera producción; imaginativa, romántica y plena de sonoridad musical, influida por el surrealismo de Andre Bretón. Una
segunda edición acaba de aparecer en Loja (1)

En Loja escribió, ejerció el periodismo y como profesional fue penalista primero, luego Agente Fiscal y finalmente Procurador de Sucesiones. El 33 reunió su prosa en “Naipes Críticos”, selección de trabajos literarios y políticos principalmente. El 35 editó en Guayaquil su segundo poemario “Llamada a los proletarios” en 34 páginas, “con poesía recia y comprometida con su militancia y credo político, que se vuelve alternativamente delatora y admonitiva”. Y en Loja escribió también su tercer y último poemario “Pies Desnudos, poemas de la Infancia” en 335 páginas, con poemas de pasión a la infancia que tienen mucho de autobiográfico, aparecido en Quito en 1944, por manos amigas, lo cual le causó desagrado porque ya estaba entregado totalmente al quehacer político y tenía olvidado que también era un poeta.

A mediado de la década de los treinta el medio le resultaba estrecho y por eso pasó a Quito con su familia, donde instaló su estudio con Pablo Palacio, se dedicó a la rama penal y ha pedido de los estudiantes pasó a enseñar castellano en los primeros cursos y Literatura Universal, Latinoamericana y ecuatoriana en los años superiores del Instituto Mejía con trescientos veinte sucres mensuales de sueldo. “Fui nombrado por el rector Carlos Andrade Marín y reemplacé a Gonzalo Escudero” que se trasladaba al exterior.

El 38, cuando se expidió el Código del Trabajo, dictó esa materia en la Facultad de Jurisprudencia hasta el 40, que pasó a la recién creada Escuela de Ciencias Económicas como profesor de Economía Social. Ese año fue electo Secretario General del Partido Socialista Ecuatoriano y el 15 de noviembre dictó una Conferencia en la Universidad Central sobre “Literatura Hispanoamericana” publicada en 20 páginas, mientras preparaba una “Historia de la Literatura Ecuatoriana” que nunca apareció, aunque dictaba la cátedra de Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la U. Central.

El 41 fue cancelado por Decreto Ejecutivo como profesor del Mejía “por haber denunciado a los intereses económicos de las grandes empresas petroleras transnacionales como la verdadera causa de la invasión peruana”. Entonces los abusos del arroyismo no tenían límites y todo se aceptaba en aras de un fementido panamericanismo.

El 42 el Decano de Jurisprudencia de la Universidad Central pidió a los dirigentes de cada partido que expusieran sus idearios. Aguirre dio unas charlas en la Facultad de Filosofía y Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central que tituló: “Lecciones de Marxismo o Socialismo Científico” que amplió y recogió en dos tomos el 50. Por esa obra se le considera el mayor teórico marxista que ha producido el Ecuador, aunque Hernán Rodríguez Castelo dice que en lo formal estas lecciones fueron escritas en estilo prosaico, es decir, sin los adornos del estilo.

Ese año se independizó la Escuela de Ciencias Económica para transformarse en Facultad de Economía y fue electo su primer Decano. En dichas funciones permaneció ocho años hasta 1950 y tuvo a cargo la cátedra de Historia del Pensamiento Económico. Mientras tanto desde el 42 la situación política se había agudizado y entró a la oposición activa con fulminantes hojas sueltas y encendidos discursos. El Presidente Arroyo respondió con una encarnizada persecución y tuvo que pasar a la clandestinidad, viviendo en casas de amigos obreros, pues su domicilio permanecía        permanentemente

cercado por la pesquisa y su familia era vigilada muy de cerca. Mas, lejos de amilanarse, comenzó a publicar los periódicos “Acción” y “La Verdad” y el 43 integró el bureau político de “Acción Democrática Ecuatoriana” ADE que lideraba en Guayaquil Francisco Arízaga Luque con elementos del liberalismo disidente, del socialismo, comunismo, vanguardia socialista y aun del conservadorismo. Se ha dicho que esa militancia política terminó con sus afanes literarios.

Ese año 43 participó activamente en el I Congreso Nacional de Estudiantes del que resultó electo Vicepresidente.

Triunfante la revolución del 28 de Mayo de 1944 fue citado con Juan Isaac Lovato y Camilo Ponce Enríquez al cuartel de La Magdalena donde se encontraban todos los oficiales reunidos. Fueron recibidos por el Coronel Pedro Pablo Borja en la puerta, quien les dijo: “Los he llamado para comunicarles que los oficiales me han elegido Jefe Civil y Militar del Norte, Centro y Sur de la República y les doy media hora de plazo para que retiren a la gente de las calles”. Después nos enteramos que ya había mandado a publicar la proclama de su dictadura en el Comercio y el Día… Yo fui el primero en salir de la sorpresa y dirigiéndome a los oficiales socialistas les increpé su proceder, pero el Coronel Chiriboga Ordóñez aclaró las cosas asegurando que todo era un mal entendido. “Esto no es una dictadura. Solo hemos nombrado un Jefe General y no un dictador”. Le contesté: “Señores, no vamos a retirar las masas, tendrán que asesinar al pueblo en las calles si Uds. quieren hacerlo”. I allí fue el final de tan ridícula dictadura. Borja fue preso y la proclama salió solamente en El Día pues El Comercio dio pie atrás”.

En Julio fue prácticamente obligado a aceptar la representación funcional de los trabajadores a la Asamblea Nacional Constituyente que se instaló el 10 de agosto pues nunca ha sido un ambicioso de poder. Francisco Arízaga Luque fue electo presidente de la Asamblea y Aguirre primer Vicepresidente en reñida lid con el conservador Manuel Elicio Flor Torres. Dentro de sus funciones formó parte de la Comisión presidida por Carlos Cueva Tamariz que formuló el proyecto de Constitución Política del 45, y al ausentarse Arízaga a la Embajada de Venezuela le correspondió presidir la Asamblea.

Durante el proceso de vuelta a la democracia activa, el partido Socialista Ecuatoriano que dirigía y el Comunista, se empeñaron en organizar la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE) y fue electo Asesor Económico y Jurídico, cargo que desempeñó en forma ad honorem por más de cuarenta años pues siempre permaneció ligado a las clases trabajadoras.

El 45 adquirió una pequeña villita en la Cuero y Caycedo, barrio de la Belisario Quevedo. Ese año el presidente Velasco, por medio de su Canciller Ponce Enríquez, le mandó a ofrecer la Embajada en la Unión Soviética. Las Izquierdas presionaban en tal sentido y Velasco puso por condición para abrir relaciones, que Aguirre nos representara, pero éste se excusó porque comprendió que se trataba de una zancadilla política para debilitar a la Asamblea y además se encontraba muy atareado dirigiendo al recién fundado diario “La Tierra” (X)

A mediados de marzo del 46, el Ministro de Gobierno Carlos Guevara Moreno le hizo raptar una mañana en que tranquilamente se encaminaba a dictar sus clases en la Universidad. Nadie se enteró y su desaparición constituyó un misterio. Los pesquisas lo mantuvieron incomunicado ocho días en el Penal, dando tiempo a que Guevara proclamara la dictadura Velasquista del 30 de Marzo, que desencadenó una violencia militar y policial contra las izquierdas. Los Talleres del diario La Tierra fueron incendiados y destruidos y se apresó y torturó a numerosos dirigentes obreros y estudiantiles. La familia Aguirre estaba desesperada y todos pensaban que había ocurrido lo peor; mientras tanto Guevara había ordenado que condujeran de madrugada al ilustre raptado, hacia un cuartel que estaba frente al Campo de Aviación y a la noche siguiente lo mandó en un avión con destino a Talara en el Perú, sin papeles y con sólo cinco sucres en el bolsillo y una manzana que alguien
alcanzó a darle de pura caridad, pues en ocho días solo le habían proporcionado agua. Hay que aclarar que la Policía peruana fue cómplice de esa villanía, pues actúo de común acuerdo con la ecuatoriana.

Conducido a Lima en un bus, logró contactarse con algunos miembros del socialismo de ese país que le dieron ropa, alojamiento y dinero. Dos meses después y solo con una tarjeta de residente otorgada por la cancillería peruana, pasó a Chile ilegalmente, pues no tenía pasaporte. Era presidente de ese país Gabriel González Videla que gobernaba con el apoyo de los radicales. En Santiago asistió a la II Conferencia de partidos Socialistas y Populares y se enfrentó con Víctor Raúl Haya de la Torre que defendía la tesis anti feudal y al mismo tiempo anti imperialista del APRA frente a la Marxista Leninista que sostuvo Aguirre. Luego dictó un Curso de verano en la Universidad Nacional de Santiago, explicativo de la Constitución ecuatoriana del 45.

A fines del 46 regresó de incógnito a Quito retornando a la lucha, esta vez contra Velasco, que cayó el 47 víctima de sus errores políticos, cuando el Ministro de Defensa Coronel Carlos Mancheno Cajas se proclamó dictador. A la semana siguiente los militares desconocieron el golpe y Mancheno se retiró del poder.

Entonces Aguirre se opuso a la conformación de un triunvirato Civil de gobierno, de elementos burgueses y banqueros como Humberto Albornoz y el dirigente Luis Maldonado Tamayo.

Finalmente asumió el poder en forma interina Carlos Julio Arosemena Tola, también banquero, eso llevó a Aguirre a reordenar sus ideas políticas, radicalizando al Partido Socialista por los caminos de la revolución. A ese período corresponden numerosos trabajos suyos sobre teoría marxista y dirigencia sindical.

El 50 se opuso inútilmente a la colaboración del socialismo con el gobierno del presidente Galo Plaza. El Partido se dividió en dos alas, la izquierdista de Aguirre que no hacía concesiones y los colaboracionistas o ministeriales con Carlos Cueva Tamariz, Colón Serrano Murillo, Carlos Zambrano Orejuela, Gonzalo Oleas Zambrano y Juan Isaac Lobato entre otros.

Ese año editó sus “Lecciones de Marxismo” expuestas desde el 42. El tomo I trata sobre la cuestión económica en 318 páginas y el II sobre la Superestructura, el Estado y el Derecho. Vivía en una casona antigua ubicada en la Cuero y Cayzedo. Los años cincuenta fueron asendereados, en constante oposición al velasquismo y al poncismo.

Al triunfar la revolución cubana en 1959 fue invitado a La Habana donde le recibió Fidel Castro. Posteriormente ha visitado por dos ocasiones la isla. Ese año publicó “Revolución burguesa o socialista para América Latina y el Ecuador”, obra reeditada continuamente en varios países con el título abreviado de “América Latina y el Ecuador”.

El 60 editó el I Tomo de “Apuntes para la Historia del Pensamiento Económico” tomados en taquigrafía por su hija Lía Graciela cuatro años atrás, contiene las sociedades pre capitalistas, las capitalistas y el II tomo los Clásicos y Marx, salió el 62. Este texto ha conocido ocho ediciones, la última ha resumido ambos tomos en un solo volumen de 718 páginas.

Por esos días viajó su hijo Max a estudiar psiquiatría en La Habana. Entre el 61 y el 63 ejerció el Vice rectorado de la Universidad Central durante el rectorado del Dr. Alfredo Pérez Guerrero. La dictadura de la Junta Militar de Gobierno de ese año le canceló por decreto, tanto del Vice rectorado como de la Cátedra en la Universidad Central. Incluso, uno de los dictadores, el General Gándara, agente a sueldo de la CIA ordenó su prisión en el Panóptico, donde permaneció Aguirre dos meses incomunicado, su villa fue asaltada y los militares se robaron la mayor parte de sus libros aduciendo que era material subversivo.

Una vez en libertad, creó el Partido Socialista Revolucionario Ecuatoriano PSRE con los sectores obreros, pero se negó a ser su Secretario General, aceptando únicamente una Asesoría Política mientras los Socialistas llamados colaboracionistas o ministeriales se quedaron con la inscripción política y unos cuantos hasta colaboraron con la dictadura al final de ella. El partido conoció su peor crisis histórica.

El 65 concurrió a un Congreso de la Paz celebrado en Pekín y al retornar por Roma le aconsejaron que tome la vía Madrid – La Habana. Una vez en la capital española se alojó en un hotel, mas esa noche fue detenido por la policía secreta franquista, que lo tuvo cinco días desnudo totalmente y sin comer en el interior de una mazmorra, dizque investigándole. Después de eso lo mandaron con vigilancia y sin explicaciones al aeropuerto y embarcaron directamente al Ecuador.

Cuando cayó la dictadura en marzo del 66 fue restituido por Decreto a su cátedra universitaria y construyó una villa en la Avda. de los Shiris N° 267, en terrenos que eran de una Cooperativa de profesores, en el sector del Batan.

Desde esos años abogada por la Segunda Reforma Universitaria para el país manifestando la necesidad de un cogobierno de profesores y estudiantes efectivo y paritario, la supresión del sistema de cupos y exámenes de ingreso, el derecho de tacha de profesores incompetentes como maestros y la creación de un Plan de extensión universitaria para la creación de las Universidades populares, colegios universitarios, servicio social comunitario y extensión cultural.

El 67 se agudizó la pugna socialista cuando Benjamín Carrión – para entonces presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana – apoyado por Oswaldo Guayasamín ofreció un banquete de agasajo al Presidente Otto Arosemena Gómez y a poco obtuvo la designación de Embajador en México. Al conocerse el banquete Aguirre y los miembros del Frente Cultural protestaron airadamente en Carta Abierta que publicó la revista “Mañana” y en la sesión de directorio de la CCE Aguirre y Carrión se insultaron. Carrión se defendió de la acusación de esbirrismo y a su vez acusó a Aguirre de querer la presidencia de la CCE pero este le contestó “nunca en mi vida me he dedicado a palanquear este tipo de empleos. Ud. si lo ha hecho y le ha ido bien, por eso ha sido Embajador de tantos gobiernos de derecha, y se desafilió con los miembros del Frente Cultural en señal de protesta.”

El 68 dio a la luz “Las ideologías económicas y su papel en América Latina”. El 29 de mayo se produjo en las cercanías de la Vieja Casona universitaria de Guayaquil hechos de gran violencia con saldo de numerosos heridos y muertos. El 69 publicó su ensayo “Imperialismo y Militarismo en América Latina” en 80 páginas, desenmascarando a la clase militar, brazo armado del imperialismo yanqui en América. Esta obra ha sido reeditada en Uruguay, Colombia, etc. Ese año fue candidato único al rectorado de la Universidad Central, salió electo y promovió el establecimiento efectivo de la segunda reforma Universitaria que preconizaba la enseñanza de la teoría marxista entre otros puntos. En esta etapa de su vida se convirtió en el más importante exponente del comunismo universitario del país, pero el 70 nuevamente Velasco proclamó su dictadura. Aguirre cayó preso por tres meses en el Panóptico y perdió el rectorado. “Velasco me mandó a decir varias veces que si quería salir al exterior podía hacerlo, pero no le acepté. Al final, fui el último detenido en abandonar el Penal, después que liberaron al rector de la Universidad de Cuenca”.

Reintegrado a su profesión de abogado que nunca había descuidado, se jubiló como profesor universitario, aunque con sueldo incompleto “para disponer de mayor tiempo para combatir al dictador con la revolución violenta”. Finalmente Velasco Ibarra fue depuesto por la cúpula militar que había colaborado estrechamente con él y el país sufrió una nueva dictadura, esta vez militar, la del General Guillermo Rodríguez Lara que tuvo la desfachatez de presentarse como nacionalista y revolucionario cuando en realidad solo era un oportunista que deseaba aprovechar el boom petrolero y terminó hundiendo al país en una política económica desastrosa basada en un endeudamiento agresivo, sin precedentes en la historia nacional, con los organismos internacionales que a cambio pignoraron a su favor la riqueza petrolera ecuatoriana.

El 73 dio a la luz “La Segunda Reforma Universitaria, selección de Documentos”, en 412 páginas, señalando la necesidad de un cambio de planes y programas de estudios. El segundo tomo apareció en 1988 con el título de “Universidades y Movimientos estudiantiles” en 374 páginas. Ambas obras contienen el análisis certero de un viejo y experimentado maestro sobre problemas nacionales de fondo.

El 78 dictó una Conferencia en la Casa del Obrero, de la Federación de Trabajadores del Pichincha, titulada “La Masacre del 15 de noviembre y sus enseñanzas” que editó en 31 páginas, ensayo calificado simplemente de ejemplar.

En septiembre del 79 y para el seminario de Teoría del Desarrollo del UNAM celebrado en México, fue estudiado su pensamiento dentro de la teoría marxista. Fruto de ello fue un ensayo en 11 páginas. El 80 viajó a la Unión Soviética y editó “El Che Guevara, aspectos políticos y económicos de su pensamiento” en 92 páginas con tres ediciones hasta hoy. EI 85 apareció “Marx entre América Latina” en 200 páginas con la historia de las ideas socialistas en el Ecuador y en general de América Latina. Fue autor de otros muchos ensayos y conferencias tales como “Dos sistemas, dos mundos” en 266 páginas y tres ediciones. “El ideario del PSRE sus fundamentos y diferencias con los partidos comunistas del Ecuador”, “El carácter de la revolución ecuatoriana”, “El problema de la razón en la concepción dialéctica del marxismo” “La trayectoria del irracionalismo y su culminación en el nazi fascismo según Luckacs”. Por ello el Dr. Jorge Salvador Lara le acusó en su columna de El Comercio de ser un sumiso teórico pro soviético.

Escribía poemas de repente y solo para descansar, pero leía mucho y trataba de estar actualizado en todo. Tuvo grandes dotes líricos y pudo ser el gran poeta para lo cual se preparó, pero la política le desvió sus rumbos y le truncó por caminos prosaicos y pedagógicos en los que sin embargo también triunfó. Alto, grueso, piel canela, ojos y pelo negro y lacio, hablaba fácilmente como buen profesor y con verdadera convicción. Conservaba la novela inédita de su amigo Enrique Terán “Tierra de Espanto”, que éste escribiera hace más de medio siglo, con un estudio introductorio.

No era un soñador ni un fanático como algunos le han pintado. Sabía hacer críticas a sus propios planteamientos como ocurrió en 1970 cuando habló de la dictadura del estudiante, señalando que el peligro estaba en el sectarismo, el dogmatismo, el fanatismo, que petrifica y mata el pensamiento.”

El noviembre del 89 presenció la caída del muro de Berlín y la unificación de las dos Alemania. Desalentado por el fracaso de la teoría marxista y sus planes de desarrollo en lo económico, falleció en Quito el 15 de septiembre de 1992 a la avanzada edad de ochenta y nueve años, pobremente, viviendo de su exigua pensión jubilar, quien pudo tenerlo todo porque inteligencia y corazón nunca le faltaron, pero él era así de desprendido, sabiendo que entregándose completamente al ideal de Patria y partido se perjudicaba y condenaba a la necesidad a los suyos.

En términos generales su vasta obra constituye un avance precursor para establecer que el término marxista no solo incluye las grandes figuras históricas sino también a las de otros revolucionarios que han contribuido al enriquecimiento del marxismo, de allí que su latino americanización es un imperativo histórico para estos pueblos. A esa conclusión llegó luego de examinar el fracaso de la doctrina comunista stalinista, que al ser transplantada mecánicamente, se quedaba en el aire de las simple abstracciones, por no encajar en una realidad como la nuestra, tan distinta. La dicha ruptura, entre la teoría transformada en ideología y la realidad, ha acarreado numerosos fracasos.

También ha preconizado en sus libros que hay que desechar las revoluciones por etapas, partiendo de la francesa hasta llegar al socialismo, pues no llevarán a ningún cambio permanente. El marxismo es pues, como teoría, una vía para obtener la supresión de la explotación del hombre sobre el hombre y de unas naciones desarrolladas sobre otras en vías de desarrollo.

Está considerado el más grande teórico marxista leninista del país y su influencia ha sido decisiva en la formación del pensamiento de las clases universitarias desde 1950 hasta el 2000. Sus libros, densos, serios, voluminosos y llenos de explicaciones teóricas fueron los únicos textos marxistas que se conocieron en aquellas épocas y siguen siendo los más leídos hasta la presente, pues las numerosas ediciones así lo prueban. Sus “Lecciones de Marxismo” y sus “Apuntes para la Historia del Pensamiento Económico”, obras fundamentales en las letras patrias del siglo XX, le presentan como un pensador teórico, preocupado de América Latina y del Ecuador y atento a los cambios complejos de la economía.

Manuel Agustín Aguirre en la teoría pura y Pedro Saad en el manejo de la realidad a través de las estadísticas, conforman el punto más alto de la exposición científica de la ideología marxista en el siglo XX en el Ecuador.

La única crítica que se ha formulado a sus primeras obras es que centró exclusivamente su atención en los principios, el dogma y la teoría, en suma, en lo ideológico; sin considerar esa teoría como herramienta de análisis de la realidad concreta ecuatoriana, de suerte que fijó al marxismo como algo etéreo e intangible cuando debió ser lo contrario.

En lo personal era el hombre más bueno, sencillo, agradable y simpático que he entrevistado. Una especie de abuelito querendón con sus alumnos y así me vio, a pesar que yo pisaba los cincuenta, él iba para los noventa y nos separaban dos generaciones; sin embargo como todo hombre superior por sus ideas y por su conducta, gozó de una personalidad arrolladora, al punto que algunos le tenían por autosuficiente y hasta por arrogante en materia política.

Carlos Lasso Cueva que le conoció cuando Aguirre era Vicerrector universitario y visitaba la casa de su abuelo el músico y compositor Segundo Cueva Celi también lojano, le describe así: Tenía una mirada irónica cuando estaba relajado y en confianza. Al hablar como que torcía un poco los labios. Era medio achinado y la primera vez que le vi sentado en nuestra sala pensé en Buda, pero supongo que Buda no era tan sarcástico ni tenía su buen humor, ni se reía como él, pero de todas maneras intimidaba a pesar de tanta cordialidad.

Como una pequeña muestra de su hondo lirismo, van estas estrofas sacadas al azar de uno de sus poemas: // Tienes la muerte en los ojos, / indio pequeño, Gabriel; / cara de tierra cavada / y tristeza de ciprés (…) / Lo trajeron de Jipiro / lo entregaron por papel; / ya le pusieron la marca / del niño Víctor Manuel…//Angel Felicísimo Rojas, su paisano y amigo, ha dicho que como dirigente político siempre le pareció extraordinario, aunque era de una tremenda verticalidad lo que en política es un inconveniente y no una ventaja.